{"id":81578,"date":"2017-01-20T07:30:26","date_gmt":"2017-01-20T13:30:26","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/wordpress\/?p=81578"},"modified":"2017-01-20T07:30:26","modified_gmt":"2017-01-20T13:30:26","slug":"ante-la-tragedia-en-monterrey-que-hacer-ahora","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/2017\/01\/20\/columnas\/ante-la-tragedia-en-monterrey-que-hacer-ahora\/","title":{"rendered":"Ante la Tragedia en Monterrey \u00bfqu\u00e9 Hacer Ahora?"},"content":{"rendered":"

Por H\u00e9ctor M. Rodr\u00edguez-Figueroa<\/p>\n

\"Soluciones

Soluciones reactivas a la violencia, como la operaci\u00f3n mochila, no s\u00f3lo son ineficaces sino que incluso son contraproducentes (Foto: Isaac Esquivel\/Cuartoscuro)<\/p><\/div>\n

LOS HECHOS<\/strong> ocurridos la ma\u00f1ana del mi\u00e9rcoles en el Colegio Americano del Noreste en Monterrey son, como dijo la doctora Rossana Reguillo, una mirada al abismo. Considero que es necesario mirar al abismo para entender la imperante necesidad que todas y todos tenemos de contribuir a reconstruir el tejido social que actualmente se encuentra desgarrado.<\/p>\n

DESPU\u00c9S DEL<\/strong> suceso, la primer reacci\u00f3n que not\u00e9 en las redes sociales fue pedir que se restaure e intensifique el llamado \u201coperativo mochila\u201d en todas las escuelas del pa\u00eds, lo que fue secundado por gobiernos de diversos estados y de la capital; sin embargo, estas soluciones reactivas de tolerancia cero si bien tienen alg\u00fan efecto en el corto plazo, est\u00e1 corroborado por diversas investigaciones internacionales no s\u00f3lo que son ineficaces sino que incluso son contraproducentes (Fierro Evans, 2013).<\/p>\n

ES POR<\/strong> ello que hago un llamado a las instituciones educativas, escuelas, docentes, familiares y a los propios estudiantes a optar por estrategias de car\u00e1cter amplio, integral y preventivo de la violencia escolar, cuya apuesta sea generar una convivencia inclusiva, democr\u00e1tica y pac\u00edfica. La educaci\u00f3n del siglo XXI exige de todas las personas que nos dedicamos a los procesos de ense\u00f1anza-aprendizaje que hagamos del \u201caprender a vivir juntos\u201d uno de los pilares de la educaci\u00f3n (Delors et al., 1996), de hecho el propio Jaques Delors afirmaba que es el pilar educativo sobre el que debemos trabajar con m\u00e1s empe\u00f1o durante este siglo.<\/p>\n

APOSTAR POR<\/strong> una convivencia escolar incluyente democr\u00e1tica y pac\u00edfica implica revisar a profundidad lo que se est\u00e1 realizando en cada uno de nuestros espacios educativos: desde la forma de establecer y hacer cumplir las normas, los procesos y estilos de ense\u00f1anza-aprendizaje, los protocolos de detecci\u00f3n y actuaci\u00f3n ante focos rojos, los espacios de participaci\u00f3n y expresi\u00f3n estudiantil, los valores que rigen el proyecto educativo institucional, la participaci\u00f3n de los familiares, el tipo de liderazgo que se ejerce, la manera de atender y reconocer la diversidad, la promoci\u00f3n del buen trato, las actuaciones ante abusos de poder, la forma en que se resuelven los conflictos y un largo etc\u00e9tera.<\/p>\n

EN MI EXPERIENCIA<\/strong> en investigaci\u00f3n como en intervenci\u00f3n en torno a la convivencia escolar he atestiguado que m\u00e1s all\u00e1 de las carencias que puedan tener las escuelas mexicanas, la posibilidad del cambio radica fundamentalmente en la voluntad de los directivos y docentes de cada plantel, entiendo que tal sentencia pueda sonar como una pesada loza especialmente para aquellos centros educativos que han sido descuidados por las autoridades educativas (quienes sin duda tienen mucha responsabilidad), pero si existe la voluntad de actuar proactivamente con los recursos humanos del plantel (es decir la comunidad escolar en su conjunto) la situaci\u00f3n puede cambiar radicalmente al cabo de poco tiempo.<\/p>\n

PONDR\u00c9 COMO<\/strong> ejemplo de lo anterior el caso de dos bachilleratos de Michoac\u00e1n en los que trabaj\u00e9 como facilitador del programa Construye T entre 2009 y 2013 (de los cuales omitir\u00e9 el nombre): Mi labor consist\u00eda en promover la realizaci\u00f3n de actividades integrales que promovieran el conocimiento de s\u00ed mismo de las y los alumnos, una vida saludable, la noviolencia (ahimsa), la colaboraci\u00f3n entre escuela y familia, la participaci\u00f3n juvenil y la construcci\u00f3n del proyecto de vida del alumno. Ambos bachilleratos eran escuelas con carencias y problem\u00e1ticas similares ya que pertenec\u00edan al mismo subsistema educativo, por lo tanto ten\u00edan b\u00e1sicamente los mismos recursos, pero en una hab\u00eda un grupo de docentes muy comprometidos con el bienestar general de sus estudiantes y que contaban con el apoyo de sus directivos, mientras que la otra escuela ten\u00eda conflictos de inter\u00e9s entre docentes y directivos adem\u00e1s de que imperaba la inmovilidad porque se culpaba a las autoridades de todo lo que ocurr\u00eda en su interior sin reflexionar sobre su propio papel. Al cabo de tres semestres de intervenci\u00f3n, la primera escuela contaba con cerca de 40 clubes deportivos, art\u00edsticos, culturales y ambientalistas liderados e implementados por los mismos estudiantes con la supervisi\u00f3n de la plantilla docente, se conjunt\u00f3 la primera sociedad de alumnos por elecci\u00f3n estudiantil, decenas de docentes llevaban a cabo proyectos grupales con sus tutorados (en torno a las dimensiones del programa), adem\u00e1s se libraron de la comida chatarra de su cafeter\u00eda, y para reforzar todo el proyecto se realizaban exposiciones peri\u00f3dicas sobre las actividades llevadas a cabo; todo ello acarre\u00f3 una significativa mejora del clima escolar, las y los estudiantes se sent\u00edan importantes, escuchados y entend\u00edan su corresponsabilidad en el proceso educativo, adem\u00e1s de que para los docentes ir a laborar adquiri\u00f3 un nuevo sentido que se afrontaba con br\u00edos renovados. Mientras que, en el segundo plantel, a pesar de que hice probablemente m\u00e1s intentos que en el primero, las cosas permanecieron exactamente igual que cuando llegu\u00e9, docentes divididos por intereses sindicales, una directiva escolar a la defensiva y un estudiantado desmotivado.<\/p>\n

LA AN\u00c9CDOTA<\/strong> anterior la recupero no para culpar a docentes y directivos sino para ilustrar que en la mayor\u00eda de las ocasiones de lo que se requiere es de una efectiva voluntad de transformaci\u00f3n de lo que ocurre en nuestros centros educativos, para lo que no se necesita m\u00e1s que aprovechar de los espacios, programas y recursos que ya est\u00e1n a disposici\u00f3n de las escuelas mexicanas como el propio Construye T, el programa Yo No Abandono, el Programa de Convivencia Escolar, el Programa Escuela Segura, entre otros. Las escuelas ya tienen espacios de reflexi\u00f3n mensuales como las reuniones de consejo escolar, as\u00ed como juntas peri\u00f3dicas con los familiares de los alumnos para entrega de calificaciones, los cuales son oportunidades que una y otra vez he escuchado que se desperdician en asuntos meramente administrativos, cuando pudieran convertirse en lugares de reflexi\u00f3n y debate sobre la labor educativa en general, incluyendo la convivencia escolar.<\/p>\n

UNO DE<\/strong> los mayores peligros que he encontrado sobre la violencia escolar es su invisibilizaci\u00f3n o naturalizaci\u00f3n por parte de los actores educativos (Rodr\u00edguez-Figueroa, 2015), ya que al no percibirse como da\u00f1ina inhibe la toma de medidas estructurales para prevenirla y atenderla, lo que permite que se siga reproduciendo. Esto aplica tanto para estudiantes como para docentes, directivos y familiares, en una entrevista grupal que realic\u00e9 con estudiantes de un bachillerato de la ciudad de Aguascalientes ocurri\u00f3 el siguiente di\u00e1logo:<\/p>\n

-ALUMNO: NO<\/strong> [hay acoso escolar o bullying], yo digo que no.
\n-Alumna: Yo digo que s\u00ed. En tu sal\u00f3n s\u00ed hay, no digas que no, porque t\u00fa eres uno de ellos.
\n-Alumno: O sea yo le hago a mis amigos [\u2026] nos hablamos as\u00ed fuerte pero ellos me contestan igual, es malo \u00bfverdad? pero as\u00ed nos llevamos.
\n-Alumna: Que mala onda \u00bfno? que ya lo veas as\u00ed, como de \u201cas\u00ed nos llevamos\u201d, o sea que ya ni siquiera identifiques que es algo malo y que no se debe de hacer, de \u201cah, pues as\u00ed nos llevamos\u201d.<\/p>\n

AL ANALIZAR<\/strong> la violencia escolar es importante atender a la clasificaci\u00f3n de las violencias propuesta por el soci\u00f3logo Johan Galtung (1969) para comprender que la violencia directa es s\u00f3lo la \u201cpunta del iceberg\u201d, ya que es el resultado de la violencia estructural y la violencia cultural: \u201cla violencia escolar estructural, se refiere a aquellos aspectos organizativos, institucionales que remiten a la gesti\u00f3n escolar y limitan o impiden la satisfacci\u00f3n de necesidades o el goce de los derechos de los miembros de la comunidad escolar. [\u2026] La violencia escolar cultural es aquella sobre la que se justifican y se nutren tanto la violencia directa como estructural al interior de los planteles [\u2026] pero en otras ocasiones se gesta en ellos para hacer notar como aceptables determinadas formas de violencias propias de los planteles escolares\u201d (Rodr\u00edguez-Figueroa, 2015, p. 18). Naturalizar la violencia, ese \u201cas\u00ed nos llevamos\u201d o \u201cas\u00ed se comportan los estudiantes\u201d es uno de los principales atenuantes para la reproducci\u00f3n de la violencia en los espacios educativos.<\/p>\n

EL ANALIZAR <\/strong>la violencia escolar en sus tres niveles permite plantear estrategias acordes a las necesidades de cada caso (Fierro, Carbajal, & Mart\u00ednez-Parente, 2010): para la violencia directa habr\u00e1 que emplear estrategias de contenci\u00f3n es decir acciones inmediatas para detener situaciones por el da\u00f1o o el riesgo que representan, entendiendo que por su inmediatez, no pueden acometer las causas de fondo de la problem\u00e1tica (como el operativo mochila); para la violencia cultural hay que emplear las estrategias de formaci\u00f3n que busquen el desarrollo de herramientas sociales como el manejo de los conflictos, la gesti\u00f3n de las emociones, el reconocimiento a la diversidad, entre otras; y para la violencia estructural hay que emplear estrategias de transformaci\u00f3n, es decir, aquellas que \u201cremiten a las relaciones profundas que se viven en la escuela; ah\u00ed donde vemos que se gestan formas de relacionarnos basadas en la exclusi\u00f3n, en las creencias y prejuicios, se abre una l\u00ednea de trabajo mucho m\u00e1s amplia y en consecuencia de mayor alcance. Transformar las pr\u00e1cticas docentes y de gesti\u00f3n en la escuela en formas de convivencia inclusiva es el prop\u00f3sito \u00faltimo de la intervenci\u00f3n en este campo\u201d (pp. 27-28).<\/p>\n

EN SUMA<\/strong>, lo que podemos hacer ante la tragedia en el Colegio Americano del Noreste de Monterrey es reflexionar sobre lo que cada uno estamos realizando en torno a la educaci\u00f3n en nuestro pa\u00eds, ya sea en el rol de estudiantes, familiares, docentes, directivos o autoridades, involucrarnos en los procesos formativos con los que tengamos mayor relaci\u00f3n y exigir a las autoridades correspondientes poner en el centro de la discusi\u00f3n la incorporaci\u00f3n integral del \u201caprender a vivir juntos\u201d como un pilar sin el cual el edificio educativo se viene abajo.<\/p>\n

Referencias Bibliogr\u00e1ficas<\/strong><\/p>\n

Delors, J., Al Mufti, I., Amagi, I., Carneiro, R., Chung, G., Geremek, B., \u2026 Nanzhao, Z. (1996). La educaci\u00f3n encierra un tesoro. Informe de la Comisi\u00f3n Internacional sobre la Educaci\u00f3n para el siglo XXI. (J. Delors, Ed.). M\u00e9xico, D.F.: M\u00e9xico, D.F.\u202f: Librer\u00eda Correo de la UNESCO.
\nFierro, C., Carbajal, P., & Mart\u00ednez-Parente, R. (2010). Ojos que s\u00ed ven. Casos para reflexionar sobre la convivencia en la escuela. M\u00e9xico: SM Ediciones.
\nFierro Evans, M. C. (2013). Convivencia inclusiva y democr\u00e1tica: Una perspectiva para gestionar la seguridad escolar. Sin\u00e9ctica, 1\u201318. Recuperado a partir de http:\/\/www.scielo.org.mx\/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-109X2013000100005&nrm=iso
\nGaltung, J. (1969). Violence, Peace, and Peace Research. Journal of Peace Research, 6(3), 167\u2013191. Recuperado a partir de http:\/\/www.jstor.org\/stable\/422690
\nRodr\u00edguez-Figueroa, H. M. (2015). La violencia escolar en el bachillerato. Un estudio de caso. Caleidoscopio. Revista semestral de Ciencias Sociales y Humanidades, 33, 15\u201343.<\/p>\n

* Licenciado en Sociolog\u00eda y Maestro en Investigaci\u00f3n Educativa por la Universidad Aut\u00f3noma de Aguascalientes. Docente-tutor de la Maestr\u00eda de Educaci\u00f3n en Derechos Humanos del CREFAL. Estudiante del Doctorado en Estudios Socioculturales.<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

LOS HECHOS ocurridos la ma\u00f1ana del mi\u00e9rcoles en el Colegio Americano del Noreste en Monterrey son, como dijo la doctora Rossana Reguillo, una mirada al abismo. Considero que es necesario mirar al abismo para entender la imperante necesidad que todas y todos tenemos de contribuir a reconstruir el tejido social que actualmente se encuentra desgarrado.<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[12],"tags":[],"class_list":["post-81578","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-columnas"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/81578"}],"collection":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=81578"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/81578\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=81578"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=81578"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=81578"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}