{"id":75239,"date":"2016-10-15T07:29:53","date_gmt":"2016-10-15T12:29:53","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost\/wordpress\/?p=75239"},"modified":"2016-10-15T07:29:53","modified_gmt":"2016-10-15T12:29:53","slug":"entre-letras-4","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/2016\/10\/15\/columnas\/entre-letras-4\/","title":{"rendered":"Entre Letras"},"content":{"rendered":"

El Asalto de un Recuerdo<\/strong><\/span><\/p>\n

Por Carlos Alberto S\u00e1nchez Villegas*<\/p>\n

\"\u201cEn

\u201cEn la sala su viejo escritorio la aguarda, para intentar juntos atrapar aquellas letras y palabras… (pintura de Francine Van Hove)<\/p><\/div>\n

UN RECUERDO<\/strong> es lo primero que la asalta al despertarse; una visi\u00f3n con la que estuvo so\u00f1ando toda la noche. Un d\u00eda 16 a\u00f1os atr\u00e1s en la facultad de letras donde estudiaba, era un d\u00eda com\u00fan en sus asaltos a la vieja cafeter\u00eda de la universidad, \u00e9l siempre la acompa\u00f1aba con una taza de t\u00e9 mientras ella platicaba de su pr\u00f3xima historia y de sus personajes, ella siempre ped\u00eda su caf\u00e9 negro y se abstra\u00eda en sus historias, en toda la inspiraci\u00f3n que llegaba a caudales.<\/p>\n

UNA DE<\/strong> las estudiantes m\u00e1s prometedoras, sus profesores siempre la adulaban, sus profesores siempre la adulaban, ve\u00edan venir a la gran escritora que alg\u00fan d\u00eda ser\u00eda. En el amor ella s\u00f3lo pod\u00eda pensar en \u00e9l, en aquel chico alto y de piel morena que la segu\u00eda a todas partes, la escuchaba y re\u00eda a la par de sus historias, no hab\u00eda otra opci\u00f3n m\u00e1s que rendirse a sus ojos negros.<\/p>\n

FUE EN<\/strong> ese momento que los primeros rayos del sol golpearon su cara, la realidad hab\u00eda vuelto con su crueldad de costumbre; su habitaci\u00f3n triste se ilumina un poco, se levanta y se dirige a la cocina para preparar su caf\u00e9 de costumbre, esa bebida que para ella es un peque\u00f1o b\u00e1lsamo de vida. En la sala su viejo escritorio la aguarda, para intentar juntos atrapar aquellas letras y palabras.<\/p>\n

PERO ESA<\/strong> ma\u00f1ana el recuerdo persist\u00eda hiriendo de sobremanera el alma, pero a la vez neg\u00e1ndose a irse, \u00e9l y el dolor iban de la mano. Se sent\u00f3 en la sala y se abandon\u00f3 al ataque de esos episodios de su vida que tanto la lastimaban; sus pl\u00e1ticas, sus risas, su tacto; siempre la encantaban, hablar de literatura siempre a \u00e9l siempre era un placer y sus besos lo eran a\u00fan m\u00e1s.<\/p>\n

UN A\u00d1O<\/strong> antes de graduarse ella hab\u00eda estado trabajando en una historia que ten\u00eda un gran potencial de ser publicado como libro, su eterno acompa\u00f1ante estuvo con ella durante todo ese proceso creativo, d\u00e1ndole consejos y apoyo, algunas editoriales ya merodeaban a la joven. D\u00edas antes de acabar el borrador de su novela, \u00e9l desapareci\u00f3, no lo vio m\u00e1s en la facultad ni contestaba las llamadas.<\/p>\n

LA SOLEDAD<\/strong> y una implacable compa\u00f1era, lo \u00fanico que no se le puede reprochar es su fidelidad; una vez que llega a tu lado nunca m\u00e1s se va, en ocasiones se oculta o desaparece unos d\u00edas, pero siempre acecha y te observa, esperando el momento. Su casa estaba habitada completamente por la soledad, todo ol\u00eda a abandono y tristeza; su habitaci\u00f3n, la sala, la vieja cocina; lo hab\u00eda intentado, hab\u00eda buscado aquellas letras, aquellas historias, pero siempre se escapaban, siempre se escabull\u00edan.<\/p>\n

ESA IMAGEN<\/strong> volv\u00eda a su cabeza, ese d\u00eda que pas\u00f3 por la librer\u00eda y vio en el estante aquel libro, el nombre del autor la atrap\u00f3 inmediatamente, era el nombre de \u00e9l, y el t\u00edtulo era el nombre de la novela que ella hab\u00eda escrito. Al hojear el volumen se dio cuenta al instante de que los personajes, la trama, todo era de ella; era su historia, su sue\u00f1o. \u00c9l no solamente se hab\u00eda ido, sino que hab\u00eda cargado consigo lo m\u00e1s preciado de ella, sus letras, las que se hab\u00edan dejado atrapar con tanto esfuerzo.<\/p>\n

DESDE ESE<\/strong> momento las letras ya no hab\u00edan aparecido m\u00e1s, todo se desvaneci\u00f3 y vino la soledad, se gradu\u00f3, trabaj\u00f3 para algunos peri\u00f3dicos, pero todo ese potencial desapareci\u00f3 o se ocult\u00f3 de forma macabra, los a\u00f1os que siguieron su estado de soledad y tristeza se hizo m\u00e1s latente hab\u00eda quedado ella misma en el olvido; por mucho tiempo lo intent\u00f3 con cierta esperanza, despu\u00e9s todo se hizo mec\u00e1nico, por mera costumbre.<\/p>\n

LOS INSTANTES<\/strong> son capaces de marcar nuestra vida futura, ya sea de forma buena o mala, no todos recibimos las dichas y la felicidad, algunos tenemos que vivir con el sufrimiento y el dolor. Mientras estos pensamientos van y vienen de su cabeza ella ve el horizonte de la pr\u00f3xima taza de caf\u00e9 y de su vida rutinaria con la soledad; tal vez alg\u00fan d\u00eda las letras se dejen atrapar, tal vez alg\u00fan d\u00eda ese tipo caprichoso llamado amor se asome por la ventana a brindar al menos una sonrisa. Mientras tanto dejemos a nuestra escritora consumirse en el asiento de su escritorio, so\u00f1emos con ella en las historias que se fabrican a diario en nuestras cabezas y se niegan a ser escritas.<\/p>\n

* Historiador, fot\u00f3grafo, escritor y amante de las letras: \u201cdame una palabra y te dedico un verso\u201d<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

El Asalto de un Recuerdo<\/p>\n

UN RECUERDO es lo primero que la asalta al despertarse; una visi\u00f3n con la que estuvo so\u00f1ando toda la noche. Un d\u00eda 16 a\u00f1os atr\u00e1s en la facultad de letras donde estudiaba, era un d\u00eda com\u00fan en sus asaltos a la vieja cafeter\u00eda de la universidad, \u00e9l siempre la acompa\u00f1aba con una taza de t\u00e9 mientras ella platicaba de su pr\u00f3xima historia y de sus personajes, ella siempre ped\u00eda su caf\u00e9 negro y se abstra\u00eda en sus historias, en toda la inspiraci\u00f3n que llegaba a caudales.<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[12],"tags":[],"class_list":["post-75239","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-columnas"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/75239"}],"collection":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=75239"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/75239\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=75239"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=75239"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=75239"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}