{"id":67663,"date":"2016-07-04T03:59:04","date_gmt":"2016-07-04T08:59:04","guid":{"rendered":"http:\/\/localhost:8084\/wordpress\/?p=67663"},"modified":"2016-07-04T03:59:04","modified_gmt":"2016-07-04T08:59:04","slug":"senderos-de-una-historiadora","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/2016\/07\/04\/columnas\/senderos-de-una-historiadora\/","title":{"rendered":"Senderos de una Historiadora"},"content":{"rendered":"

Por Daniela Dom\u00ednguez Tavares<\/p>\n

\"En

En el Archivo Nacional de Chile en Santiago se resguardan 478 vol\u00famenes de la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas durante el Imperio Espa\u00f1ol (Foto: tomada de \/www.jesuitasdeamerica.cl)<\/p><\/div>\n

ALGUNA VEZ <\/b>un profesor me advirti\u00f3 sobre la soledad en la que se realiza el trabajo hist\u00f3rico; con el paso del tiempo lo comprob\u00e9: sola, en silencio, mirando un documento antiqu\u00edsimo, sentada en un archivo de otra ciudad que no era la m\u00eda, escribiendo, leyendo, todo en soledad. Hasta ese momento entend\u00ed a qu\u00e9 se refer\u00eda pero tambi\u00e9n pens\u00e9 \u201cse equivoca\u201d, porque la historia no se hace solamente desde el aislamiento del archivo sino que se torna real y tangible cuando podemos compartir aquello que encontramos, cuando se da el intercambio entre vivos<\/i> del que habla Certeau en La escritura de la Historia.<\/i><\/p>\n

EL TRABAJO<\/b> hist\u00f3rico no se resume solamente a la estad\u00eda en un archivo sino que conlleva una serie de momentos gratificantes, de planificaci\u00f3n, mesura, afectos, exposiciones, escritura, discordancias y desviaciones en su quehacer. En mi corta, pero gratificante carrera como historiadora he aprendido algo: la historia es un manjar de vivencias para el que la hace as\u00ed como para el que la lee, la escucha y la comparte. Es por eso, querido lector, que nace esta columna con el fin \u00fanico de comunicar todos aquellos vericuetos y aventuras en la vida de una historiadora. Quiero compartir ese pasado que est\u00e1 al servicio del presente a partir de mis impresiones desde los archivos, los libros, las ponencias, la universidad, las ciudades y las personas\u2026<\/p>\n

Supervivencia de un Acervo\u00a0<\/b><\/p>\n

COMO AVENTUR\u00c9<\/b> al principio, uno de los momentos dentro del quehacer de los historiadores se remite a estar en una sala de consulta investigando, escudri\u00f1ando y pregunt\u00e1ndole al pasado. En esa situaci\u00f3n me encontr\u00e9 en el Archivo Hist\u00f3rico del Estado de Zacatecas mientras consultaba legajos pertenecientes a la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas. Rastreando la informaci\u00f3n y las huellas jesu\u00edticas encontr\u00e9 que la documentaci\u00f3n que pervive de esta organizaci\u00f3n religiosa es mucha pero se encuentra dispersa entre el Archivo General de la Naci\u00f3n en M\u00e9xico, la Biblioteca de la Curia Jesuita en Italia, el Archivo del Vaticano y el Archivo Nacional de Chile. La documentaci\u00f3n que concierne a lo que fuera la Nueva Espa\u00f1a no se encuentra en Espa\u00f1a, sino en Chile. Esta es la historia de ese acervo:<\/p>\n

LA COMPA\u00d1\u00cdA <\/b>de Jes\u00fas se instal\u00f3 en la Nueva Espa\u00f1a desde el a\u00f1o de 1572 y dur\u00f3 en el territorio hasta 1767 cuando por mandato real de Carlos III \u00e9sta fue expulsada de todos los dominios espa\u00f1oles de ultramar, as\u00ed comenz\u00f3 la historia de uno de los acervos m\u00e1s ricos que se tienen hasta la fecha. Tras el decreto de expulsi\u00f3n se encomend\u00f3 al Conde de Aranda que fuera \u00e9l quien ejecutara en la Nueva Espa\u00f1a dicha expulsi\u00f3n y consignaci\u00f3n de todos los bienes jesu\u00edticos. Todos los papeles, cartas, manuscritos, oficios y documentos oficiales de haciendas y colegios deber\u00edan ser enviados hasta Madrid al Colegio de San Isidro el Real perteneciente otrora a la misma Compa\u00f1\u00eda. Desde entonces, el archivo llev\u00f3 por nombre Temporalidades.<\/i><\/p>\n

TRES A\u00d1OS <\/b>m\u00e1s tarde, cuando todav\u00eda segu\u00edan llegando documentos desde Am\u00e9rica al Colegio de San Isidrio la documentaci\u00f3n abarcaba ya setenta habitaciones. Ese fue su lugar de reposo hasta el a\u00f1o de 1834 cuando su desintegraci\u00f3n comenz\u00f3. En un primer momento se dividi\u00f3 en dos, una parte se entreg\u00f3 al Ministerio de Gracia y Justicia y otra al Ministerio de Hacienda del mismo pa\u00eds. Pese a los intentos por reagruparlo no se pudo lograr por la situaci\u00f3n pol\u00edtica que atravesaba Espa\u00f1a en 1868 con el estallido de la Revoluci\u00f3n Gloriosa<\/i> en la que se estableci\u00f3 la primera Rep\u00fablica Espa\u00f1ola y misma que se encarg\u00f3 de depurar los archivos. Esta depuraci\u00f3n afect\u00f3 directamente al acervo de Temporalidades<\/i> y los legajos de las numerosas cajas que conten\u00edan valiosa informaci\u00f3n jesu\u00edtica fueron puestos en venta al p\u00fablico \u00a1por un peso! Algunos de estos documentos terminaron en tiendas o en los hornos de panader\u00edas.<\/p>\n

SI EN LA <\/b>actualidad se pueden consultar los vastos legajos que leg\u00f3 la Compa\u00f1\u00eda es gracias a un hombre que, aunque nada ten\u00eda que ver con la historia, sent\u00eda apreci\u00f3 por la cultura y sobre todo tuvo los recursos econ\u00f3micos para poseerla. Ese hombre fue Francisco Javier Bravo, espa\u00f1ol e hijo de comerciantes que sent\u00eda aprecio por las actividades que realizaba la Compa\u00f1\u00eda por el mundo y quien al saber que el acervo estaba a la venta compr\u00f3 un total de treinta mil documentos. Un a\u00f1o m\u00e1s tarde, en 1872, duplic\u00f3 la cantidad de documentos en su poder pues logr\u00f3 comprar otro lote con la misma cantidad de documentos. En la posesi\u00f3n de Javier Bravo el archivo fue ordenado y catalogado. Finalmente fue hasta 1872 cuando el acervo fue dividido nuevamente y entregado al Archivo Hist\u00f3rico Nacional de Madrid y otra parte a la Biblioteca Nacional de Madrid.<\/p>\n

PASADO UN <\/b>a\u00f1o, en 1873, el chileno Carlo Morla Vicu\u00f1a visit\u00f3 el Archivo de Madrid para investigar acerca de unas propiedades que estaban causando conflictos entre la frontera de Chile y Argentina. Durante su averiguaci\u00f3n recibi\u00f3 la oferta de comprar documentaci\u00f3n de los jesuitas que antiguamente hab\u00edan estado en su pa\u00eds y la oferta no fue declinada. La compraventa fue finalizada por medios diplom\u00e1ticos y Vicu\u00f1a regres\u00f3 a Chile con una colecci\u00f3n de trece mil escritos. Curiosamente la informaci\u00f3n que remiten los documentos poco tiene que ver con Chile, en su mayor\u00eda se refiere a M\u00e9xico, Filipinas y Per\u00fa, aunque la impronta jesu\u00edtica se puede rastrear en casi todos los lugares a donde lleg\u00f3 la corona espa\u00f1ola.<\/p>\n

ESTA ES<\/b> la historia del acervo jesuita. Actualmente se encuentra en el Archivo Nacional de Chile en Santiago y puede ser consultado. Son 478 vol\u00famenes que dan cuenta de la c\u00e9lebre fama de los jesuitas pero tambi\u00e9n son muestra del inter\u00e9s de aquellos hombres como Bravo o Morla Vicu\u00f1a, mismos a los que debemos su recuperaci\u00f3n. Bien lo dice Arlette Farge \u201cno se pueden resucitar las vidas hundidas en el archivo. Esa no es una raz\u00f3n para dejarlas morir por segunda vez.<\/p>\n

NOS EST\u00c1N <\/b>esperando.<\/p>\n

danielamx_historiadora@outlook.es<\/i><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

ALGUNA VEZ un profesor me advirti\u00f3 sobre la soledad en la que se realiza el trabajo hist\u00f3rico; con el paso del tiempo lo comprob\u00e9: sola, en silencio, mirando un documento antiqu\u00edsimo, sentada en un archivo de otra ciudad que no era la m\u00eda, escribiendo, leyendo, todo en soledad. Hasta ese momento entend\u00ed a qu\u00e9 se refer\u00eda pero tambi\u00e9n pens\u00e9 \u201cse equivoca\u201d, porque la historia no se hace solamente desde el aislamiento del archivo sino que se torna real y tangible cuando podemos compartir aquello que encontramos, cuando se da el intercambio entre vivos del que habla Certeau en La escritura de la Historia.<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[12],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/67663"}],"collection":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=67663"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/67663\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=67663"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=67663"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/aguascalientes.pagina24.com.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=67663"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}