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Miles de centroamericanos de la Caravana Migrante permanecen en las inmediaciones del estadio Jes\u00fas Mart\u00ednez \u201cPalillo\u201d, en CDMX (Foto: Diego Sim\u00f3n S\u00e1nchez\/ Cuartoscuro)<\/p><\/div>\n
VAN ATRAVESANDO<\/strong> los antiguos caminos de Mesoam\u00e9rica, cruzan r\u00edos, monta\u00f1as, climas extremos y noches plegadas de peligro, y no se detienen. Seguir\u00e1n caminando, a pesar de los obst\u00e1culos, de la violencia, del odio, del sufrimiento y los peligros del crimen organizado en cada paso que dan. No se detendr\u00e1n porque el terror del que huyen es a\u00fan mayor del terror que les espera en el camino, porque la esperanza de un mejor lugar para vivir \u2013o aunque sea para sobrevivir\u2013 los espera al final del camino.<\/p>\n ES POSIBLE<\/strong> analizar la Caravana de habitantes Centroamericanos que ha llegado al territorio mexicano desde diferentes perspectivas. Ya sea como un caso de migraci\u00f3n econ\u00f3mica, un proceso de recepci\u00f3n de refugiados o como un brazo de la Pol\u00edtica Exterior de los Estados Unidos en la frontera vertical que representa el territorio mexicano. Sin embargo,\u00a0 para poder comprender este fen\u00f3menos desde un punto de vista hist\u00f3rico, contextual y humano, es necesario conocer la situaci\u00f3n pol\u00edtica, econ\u00f3mica y social del pa\u00eds del que provienen la mayor\u00eda de los integrantes de la Caravana: Honduras.<\/p>\n EN GRANDES<\/strong> rasgos, la sociedad hondure\u00f1a se encuentra amenazada por altos niveles de violencia criminal, desembocando en cifras extensas de personas asesinadas, secuestradas y extorsionadas. Aunado a ello, se presenta un regreso a un autoritarismo, acompa\u00f1ado del uso de violencia y terror por parte del Estado autoritario y sus fuerzas de seguridad. La situaci\u00f3n agravada por una grave crisis econ\u00f3mica, que ha empujado a la mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n a condiciones cr\u00edticas de pobreza.<\/p>\n EL GOBIERNO<\/strong> actual de Honduras es considerado \u201cileg\u00edtimo\u201d por parte de la mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n, y el proceso electoral mediante el cual el actual Presidente Juan Orlando Hern\u00e1ndez fue reelegido, ha sido cuestionado por organizaciones internacionales como la Organizaci\u00f3n de los Estados Americanos (OEA). Si regresamos al 26 de noviembre del 2017, es posible observar en evidente fraude electoral. Un proceso electoral\u00a0 sin transparencia y garant\u00eda, durante el cu\u00e1l \u201cse cay\u00f3 el sistema\u201d y se le dio la victoria al r\u00e9gimen que se encontraba en el poder. La respuesta al fraude electoral estuvo acompa\u00f1ado de una serie de protestas ciudadanas, que fueron reprimidas violentamente y se llevaron la vida de 34 personas, dando pie a un r\u00e9gimen represivo y autoritario en este pa\u00eds centroamericano.<\/p>\n EL PUEBLO<\/strong> hondure\u00f1o estaba descontento con el gobierno de Juan Orlando, pues durante su periodo previo no hab\u00eda logrado combatir los graves problemas sociales y econ\u00f3micos en los que viv\u00eda Honduras. De acuerdo con el Banco Mundial, m\u00e1s del 60 por ciento de la poblaci\u00f3n vive en condiciones de pobreza, y las personas que viven en zonas rurales son a\u00fan m\u00e1s vulnerables, el 20 por ciento de la poblaci\u00f3n rural vive en situaciones de pobreza extrema. Existen altas tasas de desempleo y la mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n trabaja en la informalidad, con un ingreso per c\u00e1pita de solo $120 USD al mes.\u00a0 Los altos niveles de desigualdad son superiores a la mayor\u00eda de los pa\u00edses de Am\u00e9rica Latina y se vive bajo un ecosistema econ\u00f3mico que solo beneficia a una peque\u00f1a elite.<\/p>\n EL MAYOR<\/strong> monstruo que persigue y obliga a los hondure\u00f1os a abandonar sus hogares es la violencia y el crimen, que se han convertido en una amenaza diaria a su vida y la de sus familias. De acuerdo con el\u00a0 Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Aut\u00f3noma de Honduras, Honduras tiene una de las tasas m\u00e1s altas de asesinatos a nivel mundial, con alrededor de 44 asesinatos por cada 100 mil habitantes. La mayor\u00eda de los causantes de esta violencia son las pandillas y el narcotr\u00e1fico, una problem\u00e1tica que afecta a Centroam\u00e9rica en general y en especial a los pa\u00edses vecinos de Guatemala y El Salvador. La ciudad de San Pedro Sula, una de las principales ciudades de Honduras, es considerada como una de las ciudades m\u00e1s peligrosas del mundo. El Estado ha abandonado territorios completos y los ha dejado en las manos de los maras <\/em>y las pandillas <\/em>\u00a0que cada vez adquieren m\u00e1s poder.<\/p>\n ESTOS ELEMENTOS<\/strong> han generado un ambiente hostil y amenazador que ha obligado a los hondure\u00f1os a huir de su pa\u00eds. Su hogar est\u00e1 rodeado por violencia Estatal, violencia criminal y violencia estructural, un sitio en el que ya no es posible sobrevivir. La gravedad del contexto es tal que los hondure\u00f1os est\u00e1n dispuestos a cruzar los peligros del territorio mexicano, que tambi\u00e9n cuenta con sus propios monstruos, para encontrar un espacio de refugio para sobrevivir y darle un futuro a sus hijos.<\/p>\n