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Juan Espinoza Jiménez

Grilla

COMO EN todos lados, en la Iglesia Católica también hay grillas y así como el obispo Juan Espinoza Jiménez tiene “castigados” a decenas de sacerdotes, en radio pasillo se cuenta que a uno ya hasta le dijeron que mejor “le busque”, en otras palabras, que cuelgue la sotana y se dedique a otra cosa porque en la Diócesis nomás ya no tiene cabida.

 HAY OTROS que son como el apéndice del purpurado y uno de ellos es Marco Antonio Díaz Olvera, el cura de la Divina Providencia, que no hay evento importante, como cuando hay cambio de párrocos u otras celebraciones eucarísticas solemnes, en donde no aparezca junto al obispo.

 AHÍ ESTÁ que en la conferencia de prensa de ayer prácticamente no dejó hablar al vocero, Rogelio Pedroza González, que si algo tiene es ser muy paciente y muy, pero muy diplomático con todos.

 EL CURA en cuestión se la pasó hablando de lo que gastó en la restauración de la imagen de la Divina Providencia y que sí tiene oro puro, de 22 kilates, no “patito” como las imágenes comerciales.

 ESTÁ BIEN que desde la Iglesia Católica se respete que las imágenes estén lo mejor posible, pero tampoco es para andar presumiendo lo que se hizo o sacar el currículum de la restauradora porque se “formó” en Alemania.

 VÁLGAME, NI que en México no hubiera expertos en el tema.

 Y NO ES criticar por criticar, pero ¿dónde queda aquello de la humildad?, en todos los sentidos.

 DE LO QUE este cura no habla es del problemón que tuvo, junto con otros, cuando se vendieron y revendieron las criptas que hay en el templo del Señor de los Rayos, una transa muy choncha ocurrida hace años, tanto que hasta delito hubo porque desaparecieron restos de algunas de las personas que estaban ahí y como las criptas tenían dos, tres, cuatro y hasta más dueños y no tenían para tapar la cripta –es que no todos los católicos son millonarios, hay unos que viven al día– llegaban unos y quitaban los restos que estaban y de eso no se volvió a saber nada.

 Y EN SU momento este cura se hacía el desentendido y ni las llamadas contestaba a las víctimas.

 HÍJOLE, ¿DE todo esto tendrá conocimiento Juan Espinoza Jiménez?, porque eso sí amerita castigo y hasta proceso judicial. (BDR).