Ahora las Casas son Espacios Multifuncionales

Se explora este concepto para entender cómo los espacios se adaptan a las necesidades cambiantes y multifuncionales de las personas
Desde el CCDC se estudian las condiciones de vivienda en comunidades vulnerables para aplicar el diseño de manera consciente y mejorar la calidad de vida.
La Universidad Autónoma de Aguascalientes, a través del Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción (CCDC) trabaja en el entendimiento del diseño en la habitabilidad de las personas desde diversos frentes. Usualmente, se asocia el diseño de interiores con algo frívolo, enfocado únicamente en la estética o la decoración. Sin embargo, su verdadero poder radica en cómo configura holísticamente los espacios donde vivimos, trabajamos y nos desenvolvemos día a día.
El doctor Mario Esparza Díaz de León, secretario de Investigación y Posgrado del CCDC, explicó que el diseño no se limita a una sola escala. Desde el urbanismo y la arquitectura hasta el diseño de interiores y de la vivienda en sí, cada disciplina contribuye a cómo percibimos y utilizamos nuestro entorno. “El concepto de habitabilidad ha evolucionado muy rápido, como se evidenció desde la pandemia por COVID-19. Ahora nuestras casas son espacios multifuncionales donde hacemos todo: desde trabajar y estudiar, hasta socializar”, comentó.
Asimismo, el doctor quien actualmente trabaja en el concepto de “habitabilidad líquida”, menciona que busca entender cómo las personas interactúan en los espacios y cómo la industria y el diseño están respondiendo a las nuevas dinámicas. En ese sentido refirió que existen cuatro variables clave al respecto:
El primero es la temporalidad, entender que los espacios y los objetos se vuelven más adaptables. Las necesidades de las personas cambian constantemente. El segundo es la colectividad, existen desafíos en la convivencia social, especialmente entre los jóvenes. Los nuevos diseños de espacios para el co-living y el co-working, buscan fomentar la interacción y la comunidad.
El tercero es el extraterritorio. El doctor refirió que, con la popularización del trabajo híbrido, los espacios físicos se han vuelto menos personales. “Ya no se trata de tener un lugar asignado, sino de poder trabajar desde múltiples lugares, eso reconfigura nuestra relación con el entorno”.
La cuarta variable es la predeterminación. Los espacios y los objetos ya no tienen una única función. Estos cambian dependiendo del usuario, permitiendo una mayor flexibilidad y adaptabilidad.
Es fundamental reconocer que el diseño no puede ser ajeno a la realidad social. Como disciplina, tiene un papel social que cumplir, por lo que las condiciones económicas, en particular, la pobreza, se convierte en un factor crucial.
Atendiendo las nuevas directrices de la Secretaría de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación, un equipo del CCDC ha iniciado un proyecto institucional que aborda la pobreza y la arquitectura interior. Este proyecto ha permitido un acercamiento con comunidades como la de Los Arellano para estudiar las condiciones del lugar y entender cómo se pueden lograr espacios más habitables. “Buscamos ser pertinentes en cuanto a las necesidades del contexto, entender la pobreza y aplicar el diseño de la manera más efectiva y consciente, mejorando la calidad de vida de las personas en los espacios más vulnerables”, concluyó el doctor Esparza Díaz de León.