Debe Garantizarse “la Orientación, Guía y Acompañamiento”
Por Benny Díaz

Mirna Rubiela Medina Ruvalcaba (Foto: Archivo Página 24)
La diputada Mirna Rubiela Medina Ruvalcaba manifestó que continúa su trabajo para proteger el bienestar de niñas, niños y adolescentes, a fin de que, desde el marco jurídico, sea garantizada su seguridad e integridad y se impida que sean “educados” a golpes o mediante palabras y actos humillantes o degradantes.
“Estas reformas no buscan limitar la función parental, sino asegurar que la orientación, guía y acompañamiento que brindan madres, padres y cuidadores se realicen bajo principios de protección, respeto y bienestar. Nuestro compromiso es garantizar que ninguna niña, niño o adolescente sea expuesto a prácticas que vulneren su integridad”.
La panista presentará una propuesta legislativa para reformar la fracción V del artículo cuarto y adicionar un segundo párrafo al artículo 46 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, con el fin de prohibir de manera explícita el castigo corporal y humillante, así como definir ambos conceptos, para que se encuentren expresamente prohibidos en todos los espacios donde se desarrollen niñas, niños y adolescentes.
La diputada ya había planteado modificar el segundo párrafo del artículo 446 del Código Civil, con el objetivo de aclarar que la facultad de corrección parental no puede involucrar actos que dañen la integridad física o psicoemocional de niñas, niños y adolescentes. Con ambas propuestas, se establece la prohibición explícita del castigo corporal y humillante, sin limitar la orientación, formación y guía que corresponde a madres, padres y cuidadores.
La presidenta de la Comisión de la Familia y Derechos de la Niñez resaltó que está trabajando en “dos iniciativas distintas orientadas a robustecer el marco jurídico estatal en materia de protección a la infancia, con el propósito de garantizar que todas las niñas, niños y adolescentes crezcan en condiciones de seguridad, respeto y dignidad”.
Entre los puntos esenciales de ambas reformas se considera reafirmar que la facultad de corregir es compatible con una educación basada en el respeto, la orientación y el acompañamiento, además de establecer explícitamente la prohibición del castigo corporal y humillante dentro del ámbito familiar. Asimismo, se garantiza coherencia normativa entre el Código Civil y la legislación estatal en materia de derechos de la niñez.
Ambas propuestas buscan prohibir expresamente el castigo corporal y los tratos humillantes, sin que ello implique restringir o interferir en las facultades de madres, padres o cuidadores para orientar, formar y educar a sus hijas e hijos.