Con la Intervención Activa de los Padres
Por Benny Díaz

Moisés de Luna Martínez
La Dirección de Justicia Cívica del Municipio de Aguascalientes, encabezada por Moisés de Luna Martínez, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de incluir la figura del servicio comunitario como medida correctiva para adolescentes de 12 a 17 años que cometan faltas administrativas. Esta iniciativa surge en respuesta a la creciente preocupación por el comportamiento de menores y la necesidad de generar alternativas que fomenten la responsabilidad y el desarrollo social.
Además, se busca que los padres sean una parte fundamental en estos casos: “La dependencia destaca el papel fundamental que tienen los padres en el proceso de corrección y formación de sus hijos. La propuesta contempla que, además de las medidas aplicadas a los adolescentes de 12 a 17 años, los padres también asuman una responsabilidad activa en la rehabilitación y supervisión de sus hijos, asegurando que las sanciones tengan un impacto positivo y duradero en el entorno familiar”.
Se ha planteado la posibilidad de sustituir el servicio comunitario por sesiones de terapia para los adolescentes infractores de 12 a 17 años. Esta alternativa busca atacar de raíz los factores que llevan a los jóvenes a cometer faltas administrativas, brindando apoyo psicológico y emocional que les permita comprender las consecuencias de sus actos y mejorar su conducta.
“La terapia sería impartida por profesionales especializados y se enfocaría en temas como el manejo de la ira, la toma de decisiones, el desarrollo de habilidades sociales y la prevención de conductas de riesgo. Esta medida podría ser implementada en coordinación con instituciones educativas y de salud, creando un entorno de apoyo integral para los adolescentes”.
La Dirección de Justicia Cívica del Municipio de Aguascalientes continúa evaluando las mejores opciones para enfrentar el problema de faltas administrativas cometidas por adolescentes. Tanto el servicio comunitario como la terapia representan alternativas viables que buscan no sólo sancionar, sino también rehabilitar y prevenir futuras conductas antisociales, involucrando activamente a los padres en el proceso.
Todo esto se debe a que hay infractores que llegan alcoholizados: “no sabemos quién se los vende o dónde lo consiguen, pero llegan en ocasiones con alto índice de alcohol en sangre y es por eso que los padres deben de poner mayor atención en el cuidado con sus hijos y que el servicio comunitario no lo hagan desmalezando o realizando otras actividades de ese tipo, sino que vayan a terapia psicológica para que puedan mejorar o solucionar los problemas que tengan con su familia”, finalizó.
