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Juan Espinoza Jiménez

Crisis de Seguridad

EL OBISPO Juan Espinoza Jiménez, originario de Michoacán, acudió al sepelio de su padre y posteriormente se trasladó a la Ciudad de México para participar en la reunión nacional de obispos. Ayer ofició misa en la Basílica de Guadalupe con motivo de la peregrinación de la Diócesis de Aguascalientes a la morena del Tepeyac, en vísperas de las festividades en su honor.

EN SU HOMILÍA, expresó la preocupación de miles de ciudadanos que claman por paz y justicia en un México donde persisten los homicidios, las desapariciones y la violencia del crimen organizado… un país en el que ya nadie se siente seguro, incluso sin tener relación alguna con quienes generan ese derramamiento de sangre.

EL PURPURADO subrayó que es necesario alzar la voz desde todos los sectores de la sociedad frente a las amenazas que la violencia y el crimen organizado representan para la vida cotidiana de los fieles y de la sociedad en general.

EL OBISPO destacó la importancia de no perder la esperanza, exhortando a mantener la fe y la unidad familiar como elementos clave para resistir el miedo y el desaliento: “No podemos rendirnos ante la violencia; tenemos que ser constructores de paz desde nuestras casas, nuestras escuelas y nuestras comunidades”.

TAMBIÉN LLAMÓ a las autoridades a cumplir con su deber de proteger a la ciudadanía y atender las causas estructurales de la inseguridad. Reiteró la necesidad de acciones concretas y efectivas, y no únicamente palabras vacías en discursos que no contribuyen a la pacificación del país. (BDR).

 

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