La Mayoría Eran Personas de la Tercera Edad
Por Benny Díaz

Escasa fue la participación en la marcha que pretendía ser de la “Generación Z”
La marcha de la llamada Generación Z estuvo muy desangelada, con pocos asistentes. Los que acudieron, en su mayoría, pertenecen a las llamadas Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964, acompañados por otros de la Generación X, nacidos entre 1965 y 1980 y Millenials, nacidos entre 1981 y 1996.
Unos cuántos son de la Generación Z, nacidos entre 1997 y 2012. La manifestación fue convocada bajo la bandera de la Generación Z, con el objetivo de expresar su inconformidad hacia Morena y sus políticas. Sin embargo, el evento resultó insulso y lejos de lo esperado: la presencia juvenil fue casi inexistente, y quienes acudieron eran, en su mayoría, personas de la tercera edad.
Desde temprana hora, se observó que el contingente era reducido y en su recorrido por la avenida Madero y Moctezuma para reunirse en la Plaza de Armas no mostraba el ímpetu que suelen tener las movilizaciones juveniles.
La mayoría de los asistentes eran adultos mayores que portaban pancartas y lanzaban consignas como “¡fuera Morena!”. La escasa participación de jóvenes generó comentarios entre los observadores, quienes esperaban una demostración de fuerza generacional por parte de la llamada Generación Z.
Durante la permanencia en la Plaza de Armas a algunos les falló la única bocina que llevaban y no se escuchaba lo que decían; otros se lanzaron a decir que México es un narcoestado y que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo debe irse; unos más esperarán la revocación de mandato o que se realice de manera inmediata porque “el país se cae a pedazos”.
Argumentaron lo del huachicol fiscal, la inseguridad que hay en todo el país y obviamente el asesinato de Carlos Manzo Rodríguez, en Uruapan, Michoacán.
Tanto que algunos llevaban sombrero para hacer alusión al “Movimiento del Sombrero” y afirmaron que no fue el narcotráfico quien terminó con la existencia del presidente municipal, sino “el narcoestado porque les resultaba incómodo porque él buscaba dar resultados y combatir a los cárteles, pero lo dejaron solo”.
Un reportero les cuestionó que antes de Morena ya existían nexos de los gobernantes con el crimen organizado, lo que se ha demostrado ante autoridades de Estados Unidos y también si en esta movilización tiene detrás intereses de la ultraderecha.
Las preguntas incomodaron a varios asistentes, quienes reaccionaron con molestia y evitaron profundizar en el tema. De hecho, hubo momentos en que los manifestantes increparon a los comunicadores, acusándolos de buscar desacreditar la movilización y desviando la atención hacia el rechazo a Morena.
La falta de jóvenes en la marcha dejó en claro que este tipo de manifestaciones no representan los intereses de la Generación Z y en realidad son impulsadas por otros sectores sociales y políticos. La baja asistencia juvenil podría deberse a una desconexión entre la convocatoria y las preocupaciones reales de los jóvenes aguascalentenses, quienes prefirieron mantenerse al margen.
La marcha de la Generación Z en la entidad terminó siendo protagonizada por adultos mayores, lo que pone en entredicho el verdadero alcance y representatividad del movimiento. Las consignas contra Morena resonaron, pero la falta de entusiasmo y la tensión con la prensa evidenciaron las debilidades de la convocatoria.
