Se Resiste a ser Cuestionada por la Prensa
Por Benny Díaz

María José Ocampo Vázquez (Foto: Poder Judicial del Estado de Aguascalientes)
María José Ocampo Vázquez sigue de- jando en claro que la silla como magistrada presidenta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, cargo al que llegó de manera muy cuestionable, le queda demasiado grande porque sigue encerrada en su oficina y se niega a responder cualquier tipo de cuestionamientos de la prensa, entre ellos el proceder de la jueza Irma Elia Reyes de Luna, quien dejó en libertad al depredador sexual Rodolfo Saab Chapa.
Esta Casa Editorial acudió a la sede del STJE en búsqueda de la funcionaria y, al intentar ingresar a la oficina de los magis- trados, un guardia impidió el paso y solicitó que se “registrara la visita” con una recep- cionista, quien amablemente pidió los datos y preguntó si había cita con la funcionaria. Al responder que no y solicitar una entre- vista, pidió que se esperara.
Poco después llegó el encargado de co- municación social, Jacobo Orenday Franco, quien de entrada dijo que “no estaba” su jefa y tras conocer el tema sobre el que se realizaría la entrevista, se comprometió a consultar a María José Ocampo Vázquez sobre la hora en que podría recibir. Hasta el cierre de esta edición seguía sin haber respuesta.
La realidad es que la magistrada presidenta desdeña los eventos públicos y cuando acude entra peor que si fuera una súper estrella, porque el mencio- nado encargado de comunicación social también la hace de “guarura” y la mete a los lugares a donde va casi corriendo y sin permitir que los reporteros la aborden, como pasó recientemente en Calvillo.
Se le hizo saber a Orenday Franco que se espera la opinión de Ocampo Vázquez sobre el cuestionable proceder de la jueza Irma Elia Reyes de Luna, por dejar en libertad a un depredador sexual que tiene una red de apoyo en todo el país e incluso en el extranjero y a quien tardaron más de 10 años en detenerlo: incluso, el propio fiscal Manuel Alonso García informó que se tuvo que recurrir a autoridades estadounidenses para capturarlo en la frontera.
La víctima, entonces una niña, sufrió primero atentados al pudor y luego abuso sexual durante un viaje familiar. Cuando por fin fue capturado el agresor, a los po- cos días fue excarcelado bajo el argumento de que el delito corresponde al sistema penal acusatorio anterior, sin proceso de oralidad. Saab Chapa quedó en libertad con medidas cautelares mínimas, como acudir a firmar.
Según la jueza, no representa riesgo de fuga por tener una empresa en el país, sin tomar en cuenta el riesgo potencial que corre la víctima u otras mujeres.
Otra irregularidad que ha dado mucho de qué hablar es que el juez penal Claudio Azul Bañuelos Jurado, cometió un error tan garrafal en una audiencia, al dictar prisión preventiva a la víctima y se dio cuenta del error hasta que los abogados defensores le dijeron “a su señoría” que estaba mal.
Ante todo esto el silencio de la magistrada María José Ocampo Vázquez, hija de Jose- fina Vázquez Mota, es cuestionable porque no queda claro si es porque no sabe cómo desempeñar su papel o cubre con el manto de impunidad la ineptitud de los jueces.