
Maricela Acosta Herrera (Foto: Canaco-Servytur Aguascalientes)
Aplaude
MARICELA ACOSTA Herrera, presidenta de Canaco-Servytur Aguascalientes, aplaude que Claudia Sheinbaum Pardo haya retirado el “de Domínguez” al referirse a la corregidora de Querétaro durante el Grito de Independencia, y que haya nombrado su segundo apellido. Considera que, tras tantos años de lucha, resulta acertado abandonar expresiones que perpetúan la idea de que las mujeres son “de” alguien, cuando todos los seres humanos somos únicos, irrepetibles y libres.
QUE YA es hora de superar lo que durante años fue una obligación e incluso motivo de orgullo para algunas mujeres al casarse: eliminar su segundo apellido para adoptar el del esposo, como si fueran de su propiedad.
Y LA OTRA costumbre que debe erradicarse es aquella de origen estadounidense, en la que al momento del matrimonio se elimina incluso el apellido paterno, y la mujer pasa a llevar únicamente el del marido.
Y PUES sí, eso de ser “de” alguien es profundamente machista, porque al nacer, la persona lo hace sola, y al morir, también. Por lo tanto, cada quien debe conservar los apellidos que le fueron asignados al nacer, y punto.
Mentiras…
ESTÁN DE moda, y no sólo por el musical y la serie con canciones que interpretaban mujeres despechadas hace décadas, que siguen vigentes.
PERO ESTAS son peores, porque las autoridades aseguran que a los malos… más bien pésimos servidores públicos los “separan del cargo para investigarlos”, y eso consiste únicamente en cambiarlos de ofi- cina o encerrarlos en una de ellas. Mientras tanto, esos presuntos delincuentes siguen cobrando del erario… una total falta de respeto para las víctimas y para la ciudadanía.
INSISTEN EN tapar el sol con un dedo, pero no, nada, absolutamente nada queda oculto bajo el sol. A veces la verdad tarda en salir, pero aora, y el tiempo pone a cada quien en su lugar.
LA MÁXIMA es que quien se precie de tener “palabra” –una costumbre que sí debería retomarse y seguirse a rajatabla– debe cumplirla. Y si se dice que en Aguascalientes “quien la hace, la paga” y que no hay impunidad, entonces ¿qué pasó? ¿Pesan más los padrinazgos de Sandra Samantha Ruiz Esparza Durón y Juan Carlos Barnola Ochoa?
PARECE QUE sí, porque les tiembla la mano para actuar contra ellos, pese a los graves señalamientos en su contra que sostienen las personas privadas de su libertad en el Cereso Femenil. (BDR).