Fustiga “Auge del Relativismo” y “Pérdida de Valores Permanentes”
Por Benny Díaz

Juan Espinoza Jiménez (Foto: Facebook Diócesis de Aguascalientes/ Correo Diocesano)
“Estamos en una sociedad en donde hoy se atenta contra la familia con el aborto, en una lucha de leyes en donde pretenden que no sea delito un asesinato: arrancar la vida inocente, atenta contra la tolerancia y cuanto valor moral haya lo convertimos en relativismos y se da la espalda a los valores permanentes, y así nos estamos erigiendo como autosuficientes y nos sentimos guías de nuestra conducta, ya creemos que la opinión personal está por encima de la objetiva.
La sociedad está haciendo surgir un hombre amoral, que resalta el valor de las cosas y olvida el espíritu; se vuelven personas superuas que se dejan llevar por oropeles y apariencias”, señaló el obispo Juan Espinoza Jiménez en su homilía dominical.
Habló de la puerta estrecha por la que hay que optar para llegar a la salvación y no dejarse llevar por el deseo de obtenerlo todo sin esfuerzo, algo que —según dijo— “es algo que la sociedad está en un momento en que la estrechez ya no es entendible para las nuevas generaciones”.
La salvación es una “gema” que pareciera no importar en nuestros días, porque vivimos “fuera de todo cuestionamiento de lo que hay más allá, quitando del horizonte del ser humano lo eterno y sólo importa el aquí y ahora, lo momentáneo, lo pasajero de la vida y sin darle importancia a lo que sucede después de la muerte biológica y lograr en esta vida lo que se requiere de esfuerzo para la salvación, que no es un derecho adquirido, es un regalo que hay que alcanzarlo con esfuerzo, humildad y fidelidad”.
El purpurado resaltó que “aquí estamos ganando o perdiendo la vida, no se sabe si son pocos, muchos o todos, antes los judíos sentían salvados por pertenecer al pueblo de Dios, pero Jesús cambia la dirección y pasa esa oportunidad a toda la humanidad y por eso pide que esforzarse para optar por la puerta angosta para salvarse y por estrecha se entiende amor, amar de verdad cuesta y optar por Cristo”.
La misericordia, añadió, es fundamental y se vive sirviendo a los demás. Exhortó a esforzarse con dedicación y trabajo duro, y a pensar en hacer el bien, para no seguir creciendo confundidos, “que nos dejemos tocar por la palabra de Jesús y hay que alejarse de los que hacen el mal”.
Espinoza Jiménez exhortó a los padres de familia a educar a sus hijos haciéndoles saber que, para lograr las cosas más importantes, hay que tener disciplina, constancia y esfuerzo, “porque aquí en la tierra nos estamos jugando la vida eterna, contrario al pensamiento de que Dios es bueno y no puede condenar a nadie, al nal todas las personas estaremos ante el juicio que se nos hará por las obras de misericordia que hicimos, como dar de comer al que tuvo hambre, de beber al que tuvo sed, hospedaje al forastero, visitar al enfermo y también al encarcelado, todas estas obras nos preparan un tesoro en el cielo y nos abre las puertas para la vida eterna”.
Actualmente hay quienes no quieren darse cuenta de que “nos estamos jugando la vida eterna y cuando lo hagan empezarán a ser mejores y a vivir el Evangelio, el mundo actual está necesitado de esto y aquí no termina todo, por eso no hay que aferrarnos a pasarla bien, aquí la felicidad es ficticia y también los oropeles que ofrece el menor esfuerzo, dejarse llevar por placeres sin límites.
Ser cristianos no es fácil y por eso hemos caído en la permisividad total y nos permitimos todo, incluso justificamos viviendo esa libertad personal”.