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Carlos Lozano de la Torre
…pactó con Martín Orozco…
Lorena Martínez Rodríguez
…Carlos le jugó chueco…
Luis Armando Reynoso Femat
…fue perseguido cobardemente…

UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
Y LORENA, ALBOROTÓ LA GALLERA…*

La sucesión de la actual gobernadora de Aguascalientes, Tere Jiménez Es­quivel (2022-2027), dormía el sueño de los justos con el eterno precandida­to Juan Antonio Martín del Campo Martín del Campo como émulo del Llanero Solitito.

Pero hete ahí que sorpresivamente aparece Lorena Martínez Rodríguez, y de su ronco pecho soltó:

Si Dios y la salud me lo permite, estaré en la boleta del 2027 para la gubernatura”.

-¡Sopas Perico!, se cimbró por com­pleto la taquería de “El Güero”, ubicada en la populosa colonia del Trabajo, pues al “Llanero Solitito” le saltó una “gallita con espolones”, que exige a gritos la revancha.

Y es que la raza de bronce no olvida la jugarreta que el entonces “poderoso” gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del mal”, le hizo a su compañera de parti­do, o séase a Lorena Martínez.

Como el lector recordará, Carlos Lozano de la Torre soñaba con ser presidente municipal de Aguascalien­tes, pero en aquellos años el fuerte favorito para llevarse la gubernatura de Aguascalientes, era el carismático ingeniero civil Luis Armando Rey­noso Femat, quien era acompañado por Martín Orozco Sandoval, como candidato a presidente municipal de Aguascalientes.

Así las cosas, la raza de bronce en su mayoría, votó parejo por el PAN y Luis Armando llegó a Palacio de Go­bierno arrastrando a Martín Orozco a la presidencia municipal de Aguas­calientes.

Fue entonces que Carlos pataleó y lloró amargamente su derrota, dicién­dose robado por el #CO@& e hijo del tal por cual jalisquillo.

Pasaron los años, y una vez res­tañada la herida y luego de varios enfrentamientos que tuvo con el en­tonces gobernador Felipe González González, aumenta la simpatía a su persona con la raza de bronce: lo nom­bran presidente estatal del PRI y éste le sirve nuevamente como trampolín, para ser candidato a gobernador de Aguascalientes, contra… ¡el panadero Martín Orozco Sandoval, a quien derrota claramente!

Es así que la “justicia divina” lleva a Palacio de Gobierno a Carlos Lo­zano de la Torre, gracias a… ¡Luis Armando Reynoso Femat!, quien no sólo le metió millones de pesos a la campaña de Carlos, sino que lo apoyó con toda la fuerza de estado, pues tenía pleito casado con Martín Orozco y la cúpula panista: “Hay derrotas que son triunfos”, se ufanó Luis Armando Reynoso.

De ese modo, en charola de oro, no de plata, Carlos Lozano recibió la es­tafeta de su “amigo Luis Armando”, a quien dolosamente cultivó con inexpli­cable odio jarocho, haciéndole la vida súper pesada e incluso metiéndolo a la cárcel: ese fue el “pago” por hacerlo gobernador.

EL PODER ATONTA A LOS INTELIGENTES…

Y a los tontos los vuelve locos”, de­cía Andrés Manuel López Obrador, y Lozano de la Torre “enloqueció”: lejos de agradecer la “entrega de la gubernatura a Luis Armando”, en una metamorfosis de vértigo, emprendió una feroz persecución en contra de su hacedor: sí, Carlos enloqueció de poder, al grado de decir: “yo solito, sin ayuda de nada ni de nadie, gané la gubernatura (sic)”.

Para demostrarlo, Carlos hizo las co­sas al revés: a sus amigos les volteó la espalda y a sus enemigos le extendió la mano. Cosa de locos, pero así sucedió. A los pocos días de llegar a Palacio de Gobierno, Carlos recibió la visita del tristemente célebre abarrotero Felipe González (+) y el priísta despidió a su antecesor y senador, con un estrecho abrazo, firmando un pacto vergonzante e inconfesable.

Y a partir de ahí, el cambio fue no­table, volviéndose más irascible y… ¡ojete entre los ojetes! A Carlos lo perdimos. “¡Yo soy la autoridad!”, so­lía bramar, y aunque las voces ciuda­danas le contestaban: “no, usted es un un servidor público”, él de inmediato acallaba las voces al grito de “¡yo soy el gobernador del estado!”, “¡yo soy la autoridad!”.

¿Por qué ese odio jarocho a quienes lo apoyaron?, es inexplicable, la verdad. Carlos es el gobernador del estado que ha encarcelado a más periodistas que ningún otro en toda la historia de Aguascalientes: de esta Casa Editorial ordenó, o toleró, encarcelar a dos, al director del periódico El Circo y a otros, acusándolos falsamente de “nar­coperiodistas”, aunque nunca se los comprobaron y el juez tuvo que dejar­los en libertad ante la falta de pruebas y expediente amañado.

Pasan los años, Lorena Martínez hace un buen papel como presidenta municipal de Aguascalientes, y se pro­yecta como candidata a la gubernatura de Aguascalientes: ella es la favorita, todos en Aguascalientesc con “La Lore”, su contrincante, Martín Oroz­co Sandoval, se ve muy rezagado, nadie da un peso por él, Lorena es la gran favorita.

EL JUDAS SE LLAMA CARLOS Y SE APELLIDA…

Lozano de la Torre. Pero en Casa de Gobierno, residencia oficial del titular de Poder Ejecutivo, los “gnomos” comienzan con su labor chingativa: “¡Cuidado, Carlos, si Lorena Martí­nez llega a Palacio de Gobierno, te va a chingar: irás con todos tus huesos a la cárcel, la Lore es cabrona, te va a investigar hasta por debajo de las pie­dras, te va a descubrir tus raterías y te va a refundir en prisión! ¡Cuidado!

Las advertencias de los “gnomos” de Casa de Gobierno, lo tocan:

-¿Qué hago?

-Pacta con Martín, gubernatura por impunidad.

-No, ese hijo de la chingada es mi enemigo, él me robó la presidencia municipal, recordaba.

-Habla con él y firman lo que tengan que firmar, sino la Lore te va a chingar, insistían los enanitos.

Fue así que Carlos, forzado por los “gnomos” de Casa de Gobierno, pac­tó la entrega de Palacio de Gobierno, “con quien años atrás le había robado la presidencia municipal de Aguasca­lientes: Martín Orozco Sandoval, el jalisquillo prángana que llegó muerto de hambre a estudiar contabilidad con una beca, procedente de un ran­cho de Santa María de los Ángeles, Jalisco, a Aguascalientes y que Feli­pe González alimentó con galletas de animalitos y una Coca-Cola familiar, todos los días, en tiempos de ham­bruna”.

Lorena impugnó los dudosos y apre­tados resultados, pero el gobernador Lozano tenía todo el control y el lógico apoyo del PAN, si es que habría que “certificar” los votos… ese domingo, Aguascalientes lloró.

Hoy, a ocho años de la traición, Lore­na viene por la revancha.

Y CON ESTA ME DESPIDO…  ¿MORENA, SU DESTINO?..

Lorena, quien renunció hace años al PRI, tiene la gran oportunidad de lle­gar a la gubernatura, siempre y cuando sea la candidata de Morena, ¿se ima­gina el lector una coalición de partidos: Morena, Verde, PT, al que se sume –incluso– Movimiento Ciudadano?

Sería un trabuco muy cañón de ven­cer.

Haga el lector sus comentarios y apuestas: ¿Morena-Lorena?

(*Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 10).