“Somos Ministros Enviados Para Pastorear el Rebaño”
Por Benny Díaz

Juan Espinoza Jiménez (Foto: David Julián Torres Martínez)
Durante la celebración de la misa del jubileo sacerdotal, como parte de las actividades del quincenario de la Virgen de la Asunción, acudieron sacerdotes de toda la diócesis de Aguascalientes, quienes peregrinaron desde la parroquia de San Marcos hasta la Catedral, acompañados por el obispo Juan Espinoza Jiménez, quien en su homilía les recordó que “el sacerdote no se pertenece a sí mismo, está al servicio de los demás”.
En estas fiestas en honor de la Virgen, “nos encontramos con Jesús nuestro señor por la puerta de salvación y esperanza que es la Virgen María. Ella da la esperanza para que aspiremos a la vida eterna. Cuesta caminar en esta existencia del mundo; constatamos los fundamentos divinos cuando nos da esperanza de vida eterna con dignidad, a pesar de las gravísimas culpas, dolor sin solución, desesperación, pérdida de sentido, fracaso, y a pesar de todo podemos aspirar a la vida eterna porque con la Asunción de la Virgen María da un signo de esperanza a toda la humanidad y todos los sacerdotes fieles a la diócesis de Aguascalientes”.
Dios ha cumplido sus promesas, afirmó, y “María, una mujer sencilla, fiel, glorificada, y también nosotros somos llamados a la santidad y a compartir la gloria de Dios. En este tiempo jubilar de la esperanza, tiempo sagrado de renovación, de renacer, queremos celebrar a los presbíteros porque también nosotros fuimos llamados a la consagración al pueblo de Dios. Y no se trata de la celebración exclusiva para sacerdotes; es para reflexionar esta vocación arraigada en los corazones de Jesucristo y María”.
Señaló que Jesús, sumo y eterno sacerdote, instituyó la Eucaristía en la última cena, “un sacramento que confió a los apóstoles y sucesores para celebrar los misterios de la fe, predicar el Evangelio y pastorear a su pueblo. El sacerdocio no se deriva de una función o una condición; la configuración sacramental con Cristo mismo sigue actuando como sacerdote en la celebración de los sacramentos”.
El obispo dijo a los sacerdotes: “Hermanos, estamos destinados a nuestro ministerio y hay que tener disposición para el servicio que construye y edifica a la población.
En este Año Jubilar de la Esperanza hay que ser servidores de la esperanza, y con cada absolución que se imparte en el confesionario hay esperanza, y en cada Eucaristía la predicación pastoral convierte en signo visible a Dios, que camina con su pueblo en un mundo surcado por la violencia, inseguridad, pobreza y tantos otros problemas que aparecen. Por eso, nosotros somos ministros enviados para pastorear el rebaño, y Cristo es la certeza para que los corazones quebrantados puedan renovar la paz. Es el único que no engaña ni decepciona”.
El purpurado también reconoció al sacerdote Apolonio Galindo Carreón por más de 50 años de servicio sacerdotal, e informó que tres sacerdotes se irán a estudiar al extranjero: dos a España para cursar Derecho Canónico, y uno a Roma para estudiar Liturgia.