“Caminamos Calles y Escuchamos”
Por Benny Díaz

Rodrigo González Mireles
Rodrigo González Mireles asegura que, a pesar de los conictos visibles entre algunos actores de Morena, como Ricardo Monreal con Luisa María Alcalde, eso no significa que el partido esté dividido: “En el movimiento trabajamos por la unidad; a nivel estatal llegamos a consensos”.
El congresista puso como ejemplo que, entre ellos, dialogaron y decidieron conformar una sola fuerza, sin dividirse en grupos parlamentarios. Señaló que se realizan reuniones y asambleas para alcanzar acuerdos que permitan trabajar en beneficio del partido, tomando como base las necesidades de la ciudadanía.
González Mireles afirma que, a diferencia de otros, “nosotros caminamos calles, somos cercanos a la gente, escuchamos, y las iniciativas que hacemos son conforme a lo que nos dicen los ciudadanos que hace falta.
No sólo se trata de meter iniciativas para decir que somos los más productivos, sino las que se hacen hay que darles el seguimiento, que lleguen a comisiones y luego al pleno para que se voten”.
Respecto a las diferencias que algunos actores nacionales expresan públicamente, señaló que “en un movimiento como el nuestro se respeta la postura de cada quien. Somos muchos, pero aunque haya ese tipo de situaciones, el llamado siempre es a que prevalezca la unidad por encima de los intereses particulares”.
Cuestionado sobre el rezago en materia de salud –como los casos en otros estados donde hospitales se inundan con aguas negras y los pacientes deben soportar esas condiciones por falta de alternativas– insistió en que todo se irá resolviendo, ya que continúan combatiendo la corrupción y “hay demasiadas cosas que limpiar”.
Reconoció que dichas situaciones no deben permitirse, y que se debe privilegiar el derecho de los pacientes a recibir atención adecuada en instalaciones dignas. En Aguascalientes, reiteró su llamado a realizar adecuaciones en los hospitales para establecer áreas específicas que atiendan a la población LGBTTTIQ con el respeto que merece y bajo una perspectiva de género con la que se sientan identificados, pues “desde ahí comienza la persona a sentirse bien al ser respetada y tratada con dignidad”.