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Adán Augusto y Arturo Ávila
…“el hermano de Transilvania”…

UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
DESPUÉS DE LA TEMPESTAD….*

La calma; en efecto, el sábado 26 de julio, Aguascalientes se convulsionó: una caterva de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) sembró el terror en Aguascalientes, al llevar a cabo una serie de narcobloqueos e incendios de tiendas Oxxo, alarmando a la apacible Aguascalientes.

Afortunadamente, y hay que decirlo, las fuerzas del orden se impusieron y el brote del narco abortó en un dos por tres, pero vaya que el susto estuvo cañón, pues las hojas del calendario regresaron por momentos a aquellos años, cuando “El Cojo Maldito” ven­dió la plaza al narco y éste bañó de san­gre el estado, además de que los secues­tros fueron el pan nuestro de cada día.

Decía mi inolvidable tía Jerónima que “el que se quema con sopa, hasta al jocoque le sopla”, y ese día todo mundo andaba apanicado, sobre todo en los dos palacios.

Afortunadamente, los delincuentes no eran duchos con las armas y cuando les cayó el Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal principalmente, en cuanto les hicieron “¡buuu!”, se espan­taron, tiraron las armas y los 19 delin­cuentes se rindieron.

No faltó el narco precipitado que se dio un balazo en el pie, ni faltaron los desesperados que aterrorizaron a la po­blación con narcobloqueos y quema de Oxxos y otros negocios pero, finalmen­te, también fueron sometidos y puestos tras las rejas.

Así estuvo la pichada: gacha la nacha, afortunadamente hubo coordinación entre las fuerzas del orden y lo que se pensó sería una regresión a años ha, las llamas se extinguieron al detener -di­cen- a otros nueve monitos que fueron los causantes de tales disturbios, y al paso de los días regresó la tranquilidad: ¡Qué mello!

Todos estos días se ha estado hablan­do de que, entre los detenidos, hay tres cuatro chavos que fueron forzados a enfilarse con la maña y hasta dieron nombres, pelos y señales de esos “bar­cos”, pero ayer miércoles 30 de julio, el fiscal Manolo Alonso García, dijo a esta Casa Editorial, que dicha versión está jalada de los pelos, porque “en Aguascalientes no hay reclutamiento de jóvenes y personas sustraídas a la fuerza”, juró por el Osito Bimbo:

Y sólo le faltó besar la cruz, al asegu­rar que todas las personas detenidas han confesado que se unieron al narco por voluntad propia, así las cosas, alguien miente, ¿quién?

Peras o manzanas, este es un aviso a las autoridades, para que los guardianes del orden no bajen las manos y los hijos de “El Mencho” repitan la travesura.

¡Cuidado con la porosidad, Manolo, no te duermas, caracho!

“GENTE BUENA…

Pa’l chupe…”. Corría el trienio 1984- 1986, y el buen Miguel Romo Medina (saludos) era el alcalde de Aguasca­lientes y el Delfín del querido Rodolfo “El Güero” Landeros, gobernador de Aguascalientes.”, todo mundo lo hacía el sucesor.

Mario Granados Roldán era su “su­doroso” Jefe de Prensa y -presumía- ser muy buen jugador de boliche: y así lo “inmortalizamos” en un cartón que ini­cialmente causó su furia, pero que luego pidió se lo regalara para su “egoteca” que, años después constaté y reímos al recordar aquel disgusto que luego se convirtió en gusto con todo y bola de boliche.

A las entradas de la ciudad, Miguel ordenó poner un anunció que decía: “Bienvenido a la Tierra de la Gente Buena”.

En aquellos años, no había Oxxos, pero sí expendios de vinos y licores, cientos de ellos en todo el estado, pro­piedad de Nicolás Martínez Lara, a quien le endilgamos el mote de “El Zar del Vino”, así es que publicamos un cartón en el que aparecía Miguel colo­cando un anuncio de: “Bienvenidos a la Tierra de la Gente Buena”, mien­tras que el travieso Nicolás Martínez agregaba: “Pa’l Chupe”, y soltaba la carcajada.

Y por años fue la comidilla del día: “Aguascalientes, tierra de la gente buena… pa’l chupe”. Y vaya que fui­mos, somos y seguiremos siendo muy buenos “pa’l chupe”, pero también para trabajar: no, no fallamos.

Los periodistas de mi generación no fallábamos y menos en días de cierre, pues mientras que los colegas, en su mayoría chilangos, seguían en la ja­rra, los de “Aguas” nos levantábamos discretamente al baño, y nos escabu­llíamos a la Redacción para cerrar sin contratiempos la edición.

¡Ah tiempos aquellos!

Pero neta, los aguascalentenses somos chidos: nos morimos en la raya, no le sacamos al jale y siempre estamos dispuestos a ponerle el extra pa’que salgan mejor las cosas, por eso, em­presas como Nissan han puesto toda su confianza y billetes en la Gente Buena de Aguascalientes, que no le raja a la chamba y no falla ni cuando agarra la jarra y la tambora en la Feria Nacional de San Marcos.

Pero mucho ojo: no confundir a los de Aguascalentenses con los “hidro­cálidos”, pues éstos son advenedizos, traidores y ojetes, vienen de otros lares -“lomilargos”- les decíamos y luego se sentían. los conquistadores. y dueños de la tierra de la gente buena, pinches pedorros…

Neta, con esa raza hay que tener mucho cuidado, pues hacen como que trabajan, luego se ausentan un tiempo para luego demandar al patrón quesque por “despido injustificado” y le bajan una feria a la empresa contratante, pues en Conciliación y Arbitraje, los “traba­jadores” son mano, aunque sean tras. Así es que ya sabe el lector en quién. confiar y en quien no: no es lo mismo Aguascalentense que “hidrocálido”, éstos no son de origen, son advenedizos e hijos de la…  Me imagino que en Nissan ya los tienen identificados, por eso les ponen las cruces…

Porque oiga usted, los ojitos de rayita han decidido cerrar Nissan de Jiutepec, Morelos, el próximo año y la produc­ción de aquellos vehículos hacerlos acá en la Nissan de Aguascalientes, a pesar de que aquella planta se abrió en 1966, y a más años, pues más billetes les cuesta liquidar al personal.

¿Qué os parece, esa preferencia? Nada mensos los ojitos de rayita, ¿verdad?

OBSESIONADO…

Al que le hacen falta unas vacaciones con carácter de “urgente” es al obsesio­nado Juan Antonio Martin del Cam­po Martín del Campo, pues el senador panadero, despierta, desayuna, come, cena y sueña con la candidatura de gobernador de Aguascalientes para el 2027 y él solito se echa porras diciendo de viva voz que “la tercera es la venci­da”: irradia confianza y ya siente que no solamente tiene la candidatura en la bolsa, sino la propia gubernatura, ¿qué tanto son dos años para la elección?

Un abrir y cerrar de ojos, pero… ¡Cui­dado!, pues puede pasar lo de la prime­ra o segunda ocasión y entonces sí va a estar en chino una cuarta oportunidad.

Bien haría Toño Martín del Campo tomarse unas cápsulas de Passiflorine y unas largas vacaciones, porque el estrés lo está consumiendo.

Necesita tranquilizarse y alejarse de víboras y viborones que le llenan de alimañas la mente.

Tranquilo, Toño, tranquilo, “lo que no fue -dice Napoleón– no será” a huevo.

Y CON ESTA ME DESPIDO…

Suerte te dé Dios… que el saber puro camote.

¿Cómo llegó Arturo Ávila Anaya a la política?, pregunto y me contestan: “Arrastrándose: primero ante Marcelo Ebrard Casaubón, pues creyó que éste era el bueno; después chaqueteó y apoyó con varios millones de pesos la campaña de su “hermano” Adán Augusto a quien luego desconoció y se volvió Sheinbaumista.

Así, en tres pasos, se convirtió no sólo en diputado federal plurinominal, sino también en vocero de Morena: hoy, Arturo ya no se acuerda de Marcelo, tampoco de Adán Augusto y anda de arrastrado con Ricardo Monreal que -dice- le ha prometido promocionarlo como candidato de Morena a la guber­natura de Aguascalientes.

Ojalá y se le haga, seguro estoy que volvería a perder una nueva candidatura, doy pesos a tostones, ¿quién dijo yo?

(*Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 31).