Aunque Ahora los Adiestran “en Acciones que no Corresponden”
Por Benny Díaz

Alma Hilda Medina Ruvalcaba
Ya es una realidad que los grupos delincuenciales utilizan minas antipersona –explosivos ocultos en campo– y drones como armas para dañar a las fuerzas militares. Según expertos, el personal castrense apenas comienza a recibir adiestramiento para protegerse ante estas nuevas tácticas y contrarrestarlas, mientras que los cárteles llevan años de ventaja. No obstante, la diputada Alma Hilda Medina Ruvalcaba aseguró que no es así, pues la preparación ha sido “buena, no de ahora, desde siempre”.
El medio militar es muy cerrado; sin embargo, quienes han formado parte de él relatan que existe corrupción desde los rangos más bajos hasta los más altos.
Por ejemplo, en una unidad hay algo llamado “casino”, que consiste en un negocio operado por el miembro de mayor rango del grupo, quien vende alimentos –principalmente chatarra– a precios superiores a los del mercado regular.
Los elementos deben adquirir por cuenta propia los insumos para el aseo de la unidad, y ese tipo de prácticas se mantiene en silencio. Además, se reporta que en ciertos destinos permanecen encuartelados o con órdenes de descanso sin actuar, aunque tengan conocimiento de actividades relacionadas con el crimen organizado. La legisladora manifestó que “la milicia en México está al mejor nivel, tienen el reconocimiento y el respaldo de todos.
Coincido en que en los últimos años les han reducido presupuestos y los han adiestrado en acciones que no corresponden, por ejemplo, los mandan a que hagan construcción de obra pública, pero el gobierno así los tiene y son los que tienen los votos. Pero yo creo en los militares y en que la formación que tienen es de lo mejor, porque se tardan muchos años para llegar a general brigadier, a diplomados del Estado Mayor. Yo confío en los militares”.
Medina Ruvalcaba no cree que estén en desventaja frente a quienes trabajan para el crimen organizado, que también operan como ejércitos. Reconoce como una triste realidad que algunos, después de recibir formación castrense, se integren a grupos delictivos e incluso se contrate a militares provenientes de países como Colombia y Guatemala.
“Creo que no hayan tenido las mejores capacitaciones, la misma carrera va aumentando la preparación y capacitación de acuerdo a sus grados”.