Madre de la Víctima Exige se Investige a Juan Manuel Ortiz Palacios
Por Benny Díaz

Blanca Imelda Barrientos Ureña sufrió múltiples lesiones y debe ser sometida a cuatro cirugías, mientras que su agresora, Valentina Saavedra Villa, goza de libertad desde el día que cometió el atentado
Las grietas de la corrupción le están saliendo a Manuel Alonso García, porque uno de sus amantes ministerios públicos, de nombre Juan Manuel Ortiz Palacios, que está en el área de Fiscalía en el C4, dejó libre a Valentina Saavedra Villa, quien la madrugada del 5 de julio conducía a exceso de velocidad y bajo los inujos de bebidas embriagantes, y atropelló a Blanca Imelda Barrientos Ureña, quien se transportaba en su motocicleta hacia su domicilio, ya que había salido de trabajar en un restaurante ubicado en Plaza Canteras.
Es la madre de la víctima, Gloria Soledad Ureño Sánchez, quien levanta la voz y denuncia “la corrupción que hay en Fiscalía”, porque Valentina no sólo atropelló a Blanca, sino que metió reversa para volver a pasar sobre ella con su vehículo y luego nuevamente hacia el frente, claramente con la intención de que no quedara con vida.
No tuvo ni la mínima intención de pararse para brindarle auxilio, sino todo lo contrario. Fue un trailero quien atravesó su vehículo para evitar que la ebria Valentina cumpliera con su cometido. Arrastró 100 metros a la víctima en su intento de arrancarle la vida y, cuando llegó la policía, salió en el examen del alcoholímetro 1.04 de alcohol en sangre.
“Algo raro pasó, porque mi hija salió de trabajar a la 1:00 de la madrugada y los hechos ocurrieron a la 1:20 de la mañana. Se llevaron detenida a la imputada y resulta que la presentan al C4 hasta las 5:00 de la madrugada, y los del seguro de esta mujer se negaron a que se le hiciera el examen toxicológico”.
Gloria Soledad asegura que, cuando estuvieron declarando ante el Ministerio Público, éste les dio la razón de que Valentina tenía que ser detenida por varios delitos: lesiones culposas, lesiones dolosas con agravante de alevosía y ventaja, omisión de auxilio y tentativa de homicidio.
El trailero que fue testigo y salvó a Blanca Imelda de la muerte declaró todo lo ocurrido, pues fue testigo presencial: vio que iba un automóvil a exceso de velocidad, una motocicleta adelante siguiendo todas las precauciones, pero el choque fue por detrás. Vio cómo el coche se regresaba para volverla a atropellar y nuevamente le embistió, por tercera vez. Juan Manuel Ortiz Palacios, el Ministerio Público, le dio toda la razón a la madre de la víctima. Le dijo que lo esperara un momento para hacer los documentos.
Ahí se encontraban los familiares de Valentina, quien se ostenta como estudiante de Derecho de la UAA, y cuando regresa Gloria Soledad, el Ministerio Público estaba totalmente cambiado e intentando convencerla de que “dialogara” y “llegara a un acuerdo con las buenas personas” de la familia de la agresora.
“Por ese cambio tan radical creemos que algo le dieron, porque cambió todo y dejó en libertad a la imputada, y sólo le puso como medidas cautelares que acudiera a firmar cada 15 días y que no podía salir del país”.
Valentina y Blanca Imelda son jóvenes de 20 años. Sólo que la primera tiene privilegios de andar en coche, salir a emborracharse y conducir sin tener la conciencia de que puede hacer daño a alguien, y peor aún: atropellar a alguien y en lugar de auxiliarla, intentar asesinarla. Blanca Imelda, a sus 20 años, trabaja en un restaurante, con horarios mixtos. En ocasiones sale de madrugada y anda en motocicleta para poder tener una vida digna. Ahora tiene múltiples lesiones y debe ser sometida a cuatro cirugías para que se recupere.
Los médicos le dicen a su familia “que si creemos en Dios, es hora de pedirle”, porque la situación de Blanca Imelda no es sencilla. Aunque está consciente, una de las cuatro cirugías que requiere es de reconstrucción de pelvis.
Desde el día de la audiencia en que el Ministerio Público, de un momento a otro, cambió todo y dejó en libertad a Valentina, los familiares no se han vuelto a presentar al hospital ni a contactar a la familia de Blanca.
“No soportamos ya la corrupción. Sabemos que algo hubo de por medio para ese cambio, y que la dejaran en libertad cuando intentó asesinar a mi hija. Ese Ministerio Público está como si nada. Queremos justicia, empezando porque a ese Ministerio Público le pidan cuentas por su actuar y lo sancionen; pero además, reabrir la carpeta de investigación”.
Se cuestionó si han intentado hablar con el fiscal Manuel Alonso García, que presume de ser cercano y de escuchar a toda la gente: “Fuimos, pero nos dijeron que ahorita no podía recibirnos porque anda en un viaje muy importante, y los hechos ocurrieron desde el 5 de julio”.