“Son un Fraude; Corrompen a Autoridades”, Dice Exempleado

Por Benny Díaz

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Leonardo Montañez Castro

La secta brasileña que se hace llamar “Pare de Sufrir” opera en lugares que no tienen el uso de suelo como congregación religiosa, ya que por costumbre renta lugares particulares, como bodegas o salones de fiesta para convertirlas en “templo” donde llevan a cabo sus ceremonias en donde venden todo, hasta bendiciones, pues dicen a los fieles que entre más dinero aporten, Dios más los escucha.

Durante años, esta congregación operaba en la calle 5 de Mayo, a un lado del banco Banamex, pero hace aproximadamente un año que se cambiaron a un lugar que por años funcionó como salón de fiestas y que se ubica en bulevar José María Chávez, muy cerca del Hospital General de Zona no. 1 del IMSS.

Estos espacios no tienen el uso de suelo como para que ahí se realicen actividades religiosas y, cuestionado sobre esto, Leonardo Montañez Castro, presidente municipal de Aguascalientes, declaró: “Lo que sí tendríamos que observar en este caso es cuál es el uso de suelo que tiene ese predio, si se está dándole un uso distinto para el que fue destinado.

Habría que verlo, pero desde luego que si hay un uso de suelo distinto para el que fue otorgado, desde luego que no es válido y sí tendría que hacer una revisión de Desarrollo Urbano, que es el área encargada.

“Sobre todo verificar que efectivamente el uso de suelo cumpla con esa función o con un giro, que corresponde al municipio otorgar los usos de suelo y que se haga el adecuado y si es un uso comercial; y si después de una notificación de apercibimiento y las personas no se acercan, entonces Desarrollo Humano incluso puede proceder a la clausura y si está fuera de las reglas de lo que establece el uso de suelo para el cual fue destinado ese inmueble”.

Para que un templo haga las funciones de  actividades religiosas, independientemente si es católico o no, se solicita al municipio un espacio en comodato para que ahí se edi- fiquen y el uso de suelo es diferente a como lo hacen los brasileños que fundaron y han expandido por varios países del mundo lo que han denominado Pare de Sufrir.

Según los testimonios de quienes en su momento pertenecieron a esa congregación y que luego desertaron, están decepcionados porque se dieron cuenta que funciona más como una empresa que como una rama del cristianismo.

“Se solicita a los fieles que se paren, canten, bailen y entren en un frenesí en donde le piden milagros a Dios y entre más aporten económicamente los pastores aseguran que más lo escucha y que si no sucede lo que la persona pide, es porque les hizo falta fe. Si la persona no tiene efectivo, le piden que donen en especie y puede ser desde vehículos, hasta bienes inmuebles. También tienen a los llamados obreros, que son lo último de la cadena de la congregación, porque hacen trabajo gratis, pero andan uniformados y esas prendas se las venden ellos mismos.

“En todo México rentan salones de fiestas, bodegas o lugares espaciosos donde puedan reunirse, pero pagan renta, porque si monetariamente deja de funcionar al bajar el número de adeptos, se cambian a otro punto en donde puedan atraer más y económicamente les sea redituable”, declaró un hombre que por unos años se desempeñó en el área contable y por eso sabe el funcionamiento de empresarial y no religiosa de Pare de Sufrir. Su nombre pide sea omitido por las represalias que puede tener por parte de estos brasileños que, asegura, funcionan de esa manera porque tienen nexos con autoridades en todos los estados del país que les permiten hacer y deshacer con sus “templos” que no tienen el uso de suelo como tal, a cambio de dinero.