“No se Debe Creer en Ídolos”
Por Benny Díaz

Juan Espinoza Jiménez (Foto: Facebook Diócesis de Aguascalientes/ Correo Diocesano)
“Seguir a Dios es cumplir con el primer mandamiento que existe desde la Ley Mosaica y es que se le amará sobre todas las cosas, es decir que no se debe creer en ídolos, sólo en él.
Tampoco podemos hacernos uno a modo y hoy en día hay quienes recurren a brujos, adivinos, lectura de cartas o de café, limpias y hasta son adoradores de la llamada santa muerte, todo eso es contrario al verdadero Dios”, mencionó el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, en su homilía dominical. Cuando Jesús estuvo entre sus discípulos, les enseñó cómo debe conducirse un verdadero seguidor de Cristo. Les dejó otros mandamientos, como el de amarse los unos a los otros.
Sabiendo que su tiempo en la tierra sería corto, les hizo la promesa de enviar al Paráclito, que no es otra cosa que el Espíritu Santo, mencionó el prelado.
De este modo, Dios se hace presente y continúa guiando a la humanidad bajo las enseñanzas del Evangelio, no según la interpretación personal de cada individuo porque no es un Dios a modo y que cumpla caprichos o cada petición que se le haga.
Hay una doctrina y enseñanza establecidas, bajo las cuales debe regirse todo aquel que se considere cristiano y que haya recibido los sacramentos; en este caso, la confirmación, que significa recibir los siete dones del Espíritu Santo. En el estilo de vida de quienes se identifican como cristianos debe haber acciones concretas. Amar a Dios implica también amar al prójimo; Dios debe ser lo más importante para el ser humano y se le debe rendir honor y gloria.
“En un mundo donde hay ausencia de Dios, viven alejados de la Iglesia y hacen como si Dios no existiera, no es el real, porque no podemos erradicar a Dios de nuestra vida. Podemos vivir en la ignorancia y crear falsos dioses, como el dinero, el poder, el placer, la fama y otros que tal vez nos hemos hecho a la medida, pero el verdadero Dios no cumple antojos ni caprichos. Tampoco se le puede exigir que esté a nuestro servicio; quien tiene un Dios así, está muy alejado de los cristianos”.
Invitó a la feligresía a reflexionar sobre “el amor que le tenemos a Jesús, y no basta con decir que tenemos una relación particular. Recordemos que hay que tener fe, amor, y eso se le demuestra en la relación que tenemos con familiares, amigos, los más necesitados, incluso con quienes nos dañan.
No perdamos la brújula, porque Jesús nos enseñó que hay que perdonar hasta setenta veces siete, y si nos quitan la túnica, hay que dar también el manto”.
La vida no puede ser sólo comodidad; también hay situaciones adversas en donde es difícil y, a veces, no se puede encontrar solución, pero “Dios es la roca firme en donde debes construir el proyecto de vida, la brújula con la que debemos dirigirnos y levantarnos cada día con alegría y paz en el corazón”.