La Columna del Diablito

UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
ZOZOBRA EN EL CONGRESO DEL ESTADO…*

Trabajadores del Congreso del Esta­do viven en constante zozobra porque circulan rumores muy amenazantes, de que a muchos de ellos les van a dar las gracias, o sea que se quedarían sin chamba y, como está la situación, si hay temor fundado de que les den “tre­mendo patadón en salva sea la parte”.

Y es que trabajar con “papá gobier­no” tiene sus beneficios, sobre todo en el Congreso del Estado, en donde los diputados se la pasan rascándose los “destos”, y en el cotorreo el par de horas que normalmente van (si se les pega la gana) a levantar su cotizado dedito.

Pero, ¿sabe el lector cuánta raza tra­baja y cobra en el Congreso del Esta­do, “ayudándoles” a los 27 diputados que conforman la LXVI Legislatura?; según María Esther de la Cruz Es­quivel, propietaria del Sindicato de Trabajadores del Congreso del Estado, son 269 empleados, de los cuales 69 son basificados y 200 de confianza, así que proporcionalmente son 10 perso­nas (9.96) por cada legislador, ¿pues qué tanto hacen?

Para ir por los “chescos” de los di­putados no hace falta tanta gente, la mitad de ellos deberían de comisionar­los al municipio, al departamento de Parques y Jardines para plantar árboles en todos los camellones de la ciudad y arbolar espacios como La Pona, el Bosque de Los Cobos y otros más, además de limpiar las cuencas de los ríos, ¿a poco no estaría chido?, el mu­nicipio se convertiría en un vergel con el paso del tiempo y, ningún empleado o trabajador del Congreso del Estado, se quedaría sin chamba: la idea es mo­rrocotuda, ¿no le parece al lector?

TOÑO MARTÍN DEL CAMPO ANDA NERVIOSO…

Dicen los enterados que al senador reelecto Juan Antonio Martín del Campo Martín del Campo, no le están saliendo nada bien sus planes y por eso anda muy pero muy nervioso y es que el eterno suspirante a la gu­bernatura del estado no le salieron las cosas como él las deseaba: quería la presidencia municipal para de ahí pasar en automático a la candidatura a go­bernador del estado, pero la dueña de la panadería le dijo nanay: Leonardo Montañez Castro es el Alka Seltzer y así fue: repitió en la alcaldía y todo indica que será catapultado para la su­cesión en el gobierno del estado.

Acostumbrado a quedarse a la orilla de la lid por la gubernatura, Toño se conformó con ser el candidato a la al­caldía de Aguascalientes, pero… ¡chin, que se le aparece Quique Galo alias Enrique García Lopez! y, dicen los que saben, que él será el elegido para ser el candidato a la alcaldía para su­ceder a Leo, por lo que Toño está con­denado a chuparse otros seis años en el Senado de la República, cargo que no le gusta nadita.

Así las cosas, Toño anda que no lo calienta ni el sol y, para atraer reflec­tores se lanzó contra el presidente del Senado: sí, se le fue a la yugular a Gerardo Fernández Noroña, a quien llamó “intolerante y enemigo de la libertad de expresión”, pero no crea el lector que se lo dijo cara a cara, no, se lo mandó a decir con los chicos de la prensa de Aguascalien­tes, para ganar reflectores y decirle a la raza de bronce “aquí estoy, no olviden a su charro negro”, cuando lo normal hubiera sido que se le hubiera cantado frente a frente en el Senado, ¿no cree usted?

Para que el lector recuerde aquel pu­rrún, permítame trasladarme a la sala VIP del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM): un día de septiembre de 2024, un tal Carlos Ve­lázquez de León agredió de palabra y obra a Noroña, a quien además le arre­bató su celular y después se lo aventó.

¿Ebrio, drogado o ambas cosas? No se supo, lo que sí es que el tal Carlos Velázquez andaba como agua para chocolate y le dio uno que otro sape que Noroña soportó estoicamente para evitar que luego le cambiaran la picha­da y de víctima pasara a victimario y mejor aguantó vara.

Pero pues el senador no se iba a que­dar así y le fue fácil identificar al que lo agredió física y verbalmente y no sólo lo balconeó, sino que dijo lo demanda­ría penalmente.

Ignoro si lo demandó o no, pero el agresor reapareció y se disculpó con el senador Noroña en el recinto pública­mente:

“Me dirijo a usted con el respeto que me merece su investidura y persona para ofrecerle una sincera y profunda disculpa por los acontecimientos ocu­rridos el pasado 20 de septiembre de 2024 en el salón American Exprés del ACIM. Reconozco que mis palabras y acciones fueron inaceptables y estoy consciente de que usted como persona y presidente de la mesa directiva del Senado de la República merece todo mi respeto”.

Carlos Velázquez reconoció que su agresión no tenía justificación alguna y no “representa los principios que me han formado. No reflejan los valores de mi vida laboral, personal y profe­sional, menos aún del lugar en donde trabajo”.

Al respecto, ahí mismo Noroña ex­preso:

“Agradezco a Carlos Velázquez de León esta disculpa pública. Por su­puesto que la acepto. Está finiquitado y a trabajar duro por el pueblo y por la patria. Gracias”, dijo y tan, tan… en ese momento: luego vendría el Rosario de Amozoc verbal.

TOÑO, INCOMODADO…

Esto no le gustó a la oposición a la que seguramente le hubiera gustado que el abogado Carlos repitiera el script con todo y sapes a Noroña, pero el leguleyo prefirió cerrar ese capítulo y el senador “tambor”, así es que esto no gustó en la panadería y, por su cuenta, el buen Toño con­vocó a rueda de prensa para lanzarse contra Noroña, no en el ring de la Cámara de Senadores, sino aquí en Agüitas:

“Lamentable el actuar de José Ge­rardo Fernández Noroña, quien obli­gó (sic) a un ciudadano a pedir discul­pas utilizando todo el poder del Estado para coartar la libertad de expresión (sic), porque él sí puede denigrar y criticar porque tiene fuero.

“¡Cuidado, medios de comunica­ción!, si esto sigue, no podrán hacer ninguna crítica a la llamada Cuarta Transformación sin pasar por la Cár­cel (resic) y, si quieren evitarla, tendrán que arrodillarse”, berreó.

Y, continuó:

“Estamos viendo que ya los medios no van a poder emitir alguna crítica; sólo los que tenemos fuero vamos a poder decir lo que queramos. En este caso, no estamos de acuerdo en amena­zar con meter a la cárcel a quien piense diferente. Lamentamos que esto estépasando en el gobierno mexicano y con un senador”.

Y más:

“Reprochamos esto y ojaláque nun­ca vuelva a pasar. Una vez más, esto es síntoma de un gobierno autoritario (sic). Sabemos que no quiere que lo critiquen y, si reciben cualquier crítica, recurren a todo tipo de amenazas. La verdad, no quiero eso para México”.

Y no paró:

“La crítica debe existir porque hay diferentes puntos de vista y no po­demos coincidir, pero eso no quiere decir que vamos contra la 4T. Hay que crear conciencia y, hace tiempo, nosotros dijimos que esto podría pasar (sic) y ahí se ve realmente el poder del Estado en contra de una sola persona, a la que obligaron (resic) a pedir esas disculpas públi­camente en el Senado de una forma humillante”.

Y más:

“La postura del grupo parlamentario del PAN es evitar el abuso de autori­dad (sic) ante este tipo de situaciones que amenazan a todo el Poder Judi­cial (¿?) . Por eso hay que proponer límites ante esta situaciones, porque se están utilizando los recursos pú­blicos para ir contra una persona. Es como si aquí la gobernadora, un ser­vidor o un diputado fueran en contra de un reportero porque a lo mejor es incómodo. Es algo que no debe pasar por la fuerza del Estado, en este caso, la Fiscalía u otras instituciones del Estado precisamente buscan callar voces incómodas. Esto debe evitarse a nivel federal, estatal o municipal; reprochamos este tipo de actos”, fina­lizó con el tema.

¿Qué os parece el buen Toño?

PERO… ¿DÓNDE ESTABA TOÑO EN EL 2002?…

Corría, si no mal recuerdo. el año 2002, gobernaba Aguascalientes el extinto Felipe González González y llegaba a la Presidencia Municipal Ri­cardo Magdaleno Rodríguez, quien se aprestaba a rendir protesta como tal en el Teatro Aguascalientes; llega­ba al recinto acompañado por Felipe González, Roberto Macías Macías, entonces procurador general de Justicia y otras distinguidas personalidades del momento.

Cruzaban la explanada, cuando de re­pente se les acerca, cartulina en mano, el luchador social Luis Humberto Gon­zález e intentó abordar al gobernador, pero uno de tantos guaruras lo hizo a un lado y cayó al piso del que se levantó de inmediato y gritó a todo pulmón:

“¡Chingue a su madre Felipe Gon­zález, chingue a su madre Felipe González, que chingue a su madre Felipe González!”, y también le tocó a Ricardo Magdaleno.

Felipe, sin detenerse, bufaba encabro­nado, pero pronto se vengaría, luego de la toma de protesta entabló demanda penal en contra de Luis Humberto, y le llamó fuertemente la atención al procurador Roberto Macías porque no pudo evitar el desaguisado: “¡si ese cabrón trajera una pistola, me mata y ustedes ni en cuenta!”, dijo sumamente encabritado, las mentadas de madre lo sacaron de quicio, y esa noche Luis Humberto durmió en el Cereso y al día siguiente el juez lo declaró no impu­tado y fue trasladado al “manicomio” (hospital psiquiatrico) del cual salió años después para luego suicidarse: se ahorcó.

Y, la verdad, no recuerdo que el en­tonces diputado Juan Antonio Martín del Campo haya defendido la libertad de expresión de Luis Humberto; claro, “no es lo mismo cantinero que borracho”.

PERO, ¿DÓNDE ESTABA TOÑO EN EL 2004?..

Toño Martín del Campo continua­ba en el Congreso del Estado, cuando el periodista Héctor Zanella Figue­roa tenía demandado penalmente al gobernador Felipe González Gonzá­lez por “corrupción y enriquecimien­to ilícito”, pero como el abarrotero era el propietario de Aguascalientes, lo contrademandó penalmente por “difamación” y le dieron el clásico sabadazo: viernes, sábado, domingo y el lunes salió de la cárcel luego de depositar una fianza; ignoro qué le ha­rían a Héctor Zanella en prisión, por­que después tuvo un comportamiento muy extraño; por lo que poco después lo internaron en el psiquiátrico. Ob­viamente, Toño Martín del Campo, diputado local, no dijo “esta boca es mía”, claro, “no es lo mismo borracho que cantinero”.

Y CON ESTA ME DESPIDO…

Quien también se paró de pestañas por la disculpa dada a Noroña por el abogado de marras, fue la senadora Lilly Téllez García, mejor conocida como “La Loca del Pueblo”, e hija putativa del milloneta Ricardo Salinas Pliego, quien de plano reventó la se­sión, aunque no salió ilesa porque tuvo respuesta; ahí en ese campo de batalla me hubiera gustado ver a Toño Mar­tín del Campo enfrentar a Noroña, pero él hombre prefirió hacerlo a 500 kilómetros de distancia. Claro… evi­dentemente no es lo mismo borracho que cantinero.

(*Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 22).