Exige OVSG se Garantice el Acceso a la Verdad y a la Justicia
Por Benny Díaz

Erik Romany Vázquez
Victoria sigue desaparecida. Han pasado dos años desde que su madre dio a luz en una celda del Cereso Femenil de Aguascalientes, sin recibir la atención médica adecuada.
Posteriormente, la recién nacida fue trasladada en un automóvil que no contaba con los instrumentos necesarios, como una incubadora, para garantizar su supervivencia.
Trágicamente, la bebé perdió la vida y, para colmo, en su momento se entregó el cuerpo de un varón a la familia. Este es el caso de la hija de Samanta Fierro y Erik Romany Vázquez, quienes han luchado por esclarecer lo ocurrido.
A pesar de la cobertura mediática y los esfuerzos por obtener respuestas, la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, institución de la que depende el Cereso Femenil, han permanecido en silencio.
En su momento, el entonces scal Jesús Figueroa Ortega declaró que se trató de un “error de dedo” en los documentos del Hospital de la Mujer, donde se registró como el cuerpo de una niña, a la que Samanta llamó Victoria, armando que en realidad se trataba de un varón.
Erik Romany Vázquez ha reiterado que ha exigido respuestas a las autoridades y que tanto él como Samanta quieren saber qué ocurrió con su bebé, ya que ella dio a luz a una niña, lo cual ha sido conrmado por testigos, incluidas algunas compañeras que también están privadas de su libertad.
El Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) emitió un boletín de prensa sobre el caso, recordando que el 22 de mayo de 2023, Samanta Fierro dio a luz a su hija en condiciones prácticamente insalubres y con total indiferencia por parte de las autoridades penitenciarias.
El parto prematuro ocurrió con la asistencia de una compañera que tenía conocimientos de enfermería. Además, Samanta Fierro fue víctima de violencia obstétrica, ya que, a pesar de estar embarazada, no recibió el tratamiento adecuado.
En su lugar, se le diagnosticaron otras enfermedades, como gastritis, y se le obligó a realizar actividades extenuantes que pusieron en riesgo su embarazo. Tras el nacimiento de Victoria, madre e hija fueron trasladadas al hospital. Sin embargo, la bebé falleció en el vehículo de la policía penitenciaria, que fue utilizado como ambulancia.
El informe de necropsia de la Fiscalía General del Estado indicó que el cuerpo entregado no correspondía al de una niña, sino al de un varón que nació sin vida y que presentaba signos de violencia física.
En el boletín el OVSG destaca que “esta grave contradicción entre el nacimiento con vida de Victoria y el informe de necropsia que describe a un recién nacido masculino, ha generado dudas sobre el paradero de Victoria y la credibilidad del proceso médico, así como de la investigación que le siguió.
“Durante estos dos años, las autoridades han mostrado una preocupante omisión, pues entre marzo y mayo de 2024, la carpeta de investigación estuvo desaparecida temporalmente, dicultando el acceso a la verdad y la justicia.
“A dos años de los hechos, exigimos que se esclarezca lo sucedido con Victoria, y que se garantice el acceso a la verdad y a la justicia, y se sancione a las autoridades responsables de estas graves violaciones a los derechos humanos”, concluye el documento.