
Se levanta el campamento en La Pona
Los Invitan, Pero…
…LOS TIENEN nomás de oyentes. Eso afirman los activistas que defienden el medio ambiente, ya que aseguran que a las autoridades parece que tienen un “machote” para cada vez que protestan por el montón de cosas que hacen mal en contra no sólo de áreas protegidas y especies en peligro de extinción, sino que existe una línea muy delgada sobre cómo pueden cambiar, a conveniencia, el uso de suelo.
ENTONCES, CUANDO hay voces que se oponen, recurren a las famosas mesas de diálogo: sí, los invitan, pero los tienen sólo como oyentes, y cuando los dejan hablar, en el papel no reflejan nada de lo que exponen, ni se rodean de verdaderos especialistas en el tema, sino de manera superficial.
LO PEOR es que presentan escritos en los que omiten datos importantes, como los nombres de aquellos que están interesados en favorecer al sector inmobiliario, por lo que no se sabe contra quién actuar.
LA OPACIDAD con la que actúan es terrible, y los activistas aseguran que no están en contra del desarrollo de la entidad; al contrario, exigen que éste se realice de forma ordenada y no de manera indiscriminada, evitando simulacros en la protección del medio ambiente.
Y AHORA se lucha por La Pona y por la rana madriguera, aunque pocos se han detenido a pensar en lo que perjudicará a todos los fraccionamientos de alta gama que se están construyendo en el área del Cerro del Muerto, cuando ese espacio debería estar totalmente protegido.
Y LO MISMO podría suceder en la Sierra Fría; y entonces sí, tendremos un Aguascalientes altamente industrializado y todo lo que manden y gusten, pero sin agua y con una temperatura que se incrementará cada vez más, todo por no planear adecuadamente y por decir una cosa en el discurso, pero poner otra en el papel.
Cuando el destino nos alcance, probablemente quienes causaron el desastre ya no se encuentren en esta ciudad, sino en algún otro estado o país, como es habitual entre aquellos que deben huir, y ejemplos hay muchos.
LOS ACTIVISTAS no se guardan nada, pero alguien tiene que decir las cosas tal como son.
(BDR).