“No Vale la Pena Perder la Vida”
Por Benny Díaz

Roberto Díaz Ruiz
“Les pido a los choferes de las empresas de transporte pesado que no se resistan a los asaltos, no vale la pena perder la vida, porque lo material se puede recuperar”, declaró a esta Casa Editorial Roberto Díaz Ruiz en entrevista telefónica.
Esto debido a que la Canacar, a nivel regional, levantó la voz sobre la falta de choferes debido a la delincuencia, que no sólo los asalta, sino que les quita las unidades y hasta las incendia.
“Aquí hace unos años fallecieron dos choferes que se resistieron al asalto, por eso les digo que no lo hagan porque ¿qué pueden hacer ellos con un mazo o cualquier artefacto, que no son nada contra las armas de grueso calibre que usan los delincuentes?”, subrayó.
A nivel nacional hay un déficit de 70 mil choferes de transporte pesado, “aunado a que los que hay se encuentran a poco de alcanzar la jubilación. Entonces, lo que estamos haciendo es que tenemos escuelas de preparación y lo único que requieren es saber manejar, no necesariamente transporte pesado, sino mínimo camionetas.
“En las escuelas con las que contamos se les instruye no sólo para que puedan mover adecuadamente un vehículo que, con lo que transporta, tiene un peso de toneladas. Se les enseña a manejar de forma defensiva y otras formas en que haya apoyo entre conductores para hacer menos riesgoso su camino”.
También se trabaja con quienes aspiran a realizar este trabajo para que “sean previsores en las paradas que hacen, incluso que no se detengan en despoblado a hacer sus necesidades siológicas, sino en una gasolinera o caseta de cobro donde hay buena iluminación”.
Un chofer de transporte pesado tiene un salario mensual de 25 mil a 50 mil pesos, dependiendo de la capacidad del camión que maneje y los recorridos que realice. Debido al déficit de conductores, se han abierto las puertas también a mujeres y se les da la misma capacitación que a los hombres.
Sobre si corren más riesgo a la hora de un asalto o cualquier situación de peligro en carreteras perpetrada por el crimen organizado, “creemos que no hay diferencia por el sexo, ambos están expuestos de la misma manera”.
Hay casos de trabajadores que han decidido renunciar a este tipo de empleo y dedicarse a otra actividad porque, después de sufrir asaltos y ser víctimas de violencia, creen que no vale la pena arriesgarse tanto y optan por otro oficio, por ejemplo, la agricultura. Díaz Ruiz se congratuló de que Aguascalientes sea un estado “de primera en cuanto a seguridad.
Lamentablemente es muy pequeño, no podemos decir que en otras entidades están en la misma situación y sí es un momento complicado por el que atravesamos, pero el trabajo no puede parar porque se requiere el transporte pesado para llevar de un lugar a otro numerosos productos, muchos de primera necesidad”.