“Es Tiempo de Cambiar el Chip”
Por Benny Díaz

Lucía de León Ursúa (Foto: Ernesto Martínez Reyes)
Ahora que la comida chatarra está siendo eliminada de las cooperativas escolares, la diputada Lucía de León Ursúa, presidenta de la Comisión de Educación y Cultura, sostiene que esto no es suficiente.
Según ella, los hábitos deben establecerse en todos los entornos, comenzando por el hogar: “Los padres de familia deben hacer un poquito más de esfuerzo y levantarse temprano para que les preparen comida saludable como coctel de frutas, un huevo con frijoles y tortilla, algo que les haga comer bien y no sólo llenarse, pero que no les beneficiaba en nada, al contrario, como son los gansitos y los jugos artificiales”, La priísta relató que ha presenciado cómo, en algunas ocasiones, madres o padres llevan a sus hijos a la escuela y, de paso, compran comida chatarra en las tiendas de la esquina, como panes industrializados, altos en azúcares y calorías vacías, que no aportan nutrientes.
Lo mismo ocurre con las bebidas: aunque sean jugos de fruta, si están industrializados no tienen los mismos nutrientes que los naturales, que deben consumirse casi de inmediato para preservar sus vitaminas. De lo contrario, se convierten sólo en agua con altos niveles de sacarosa.
“Creo que la base para que el niño esté bien, atento en clases y una manera positiva de que tenga rendimiento es que estén bien alimentados, pero también hay que hacer conciencia porque a lo mejor se están negando a los cambios, porque hay niños que llegué a ver en las escuelas que llegaban con un gansito y ahora hay cambios y deben acostumbrarse a consumir frutas y verduras, porque no va haber de esa comida a la que está acostumbrados”.
Comentó que hubo escuelas que incluso vendían sopas instantáneas Maruchan, “por eso debe de haber un cambio radical y para eso es ir trabajándolo desde casa, ir promoviendo la alimentación sana y también que se enseñen a consumir lo que les hace bien para alimentarse adecuadamente.
Los papás tienen que tener conciencia y el cambio de debe también generarse en los hogares, y bueno, hacer la lucha y que nos levantemos un poco más temprano para preparar algo para que el niño lleve de lonche, que se den el tiempo para alimentar a sus hijos”.
Recordó que, en el pasado, los alumnos llevaban lonches hechos en casa o las madres les llevaban comida durante el recreo. Sin embargo, los tiempos han cambiado: “tenemos que ahora en los hogares trabajan papá y mamá y a veces no hay sólo un niño, sino dos, tres o hasta cuatro a los que hay que atender, es un tema complicado, pero también la chatarra no ayuda y es tiempo de cambiar el chip desde los padres de familia y tiene que cooperar”.
Finalmente, subrayó que quienes tienen concesiones para operar las cooperativas en las escuelas también deben vender alimentos saludables y accesibles para los estudiantes.