Hay Temor de que Regrese el Torturador Felipe Muñoz Vázquez
Por Benny Díaz

Mariana Ávila Montejano (Foto: Ernesto Martínez Reyes)
“El próximo fiscal debe responder a las necesidades de una sociedad que busca justicia, que busca que no haya impunidad y que no se violenten los derechos humanos, y si no es así, que existan los mecanismos para poder destituir a esa persona y que no dependa de la voluntad de grupos políticos, intereses políticos o económicos”, declaró a esta Casa Editorial Mariana Ávila Montejano, directora del Observatorio de Violencia Social y de Género.
Como activistas, para ellas es muy importante que el próximo titular de la fiscalía sea alguien que haga realmente un buen trabajo y “como nos preocupa, vamos a estar muy atentas, vamos a tratar de incidir porque este momento es clave en las decisiones que tome el Congreso y los diputados tienen una oportunidad histórica de reivindicar el trabajo que no hizo la legislatura anterior de hacer frente a una necesidad, no solamente en el estado, sino en el Bajío y en el país, de combatir realmente la impunidad”.
Jesús Figueroa Ortega, “cuando ingresó, pensábamos que era un perfil mucho más adecuado, sin embargo, fue una gran decepción. Creemos hay un trabajo fundamental en donde tienen que participar, de manera activa, la sociedad, las familias, las víctimas para construir el mejor perfil, esa sería la mejor convocatoria para tener el mejor perfil al frente de la fiscalía, porque aunque tengan excelencia académica, o como le quieran llamar, no garantiza que den buen resultado como fue el caso de quien está por concluir su periodo”.
Preocupa Regresar al Miedo
Ávila Montejano manifestó que “nos preocuparía muchísimo también como la posibilidad de regresar a los tiempos en los que tenías miedo e incluso de estar en la agenda del procurador. Estoy hablando de Felipe Muñoz Vázquez, no queremos volver a eso”.
Quienes integran el Observatorio de Violencia Social y de Género “ya hemos transitado por varios nombramientos de fiscales y estuvimos presentes e incidiendo con procuradores. Por eso podemos decir que todos los mecanismos existentes para que las instituciones trabajen, y si no lo hacen, entonces buscar la inhabilitación de algún servidor o funcionario público y hemos encontrado que en la realidad no hay voluntad de las autoridades para que desde la exigencia ciudadana, cuando un servidor público o funcionario que no esté haciendo su trabajo, pero además, que está violentando los derechos humanos, se vaya; pero no sucede.
“Por eso el perfil debe surgir desde la ética, la responsabilidad de lo que implica dirigir una institución tan importante en nuestro estado, porque cuando la ciudadanía acude es porque hay una gran herida y es nuestro derecho cuando hay un delito. Deben generar las condiciones adecuadas para no vivir violencia en un espacio que tendría que representar a las víctimas y procurar condiciones dignas para las investigaciones y tener acceso a la verdad y la justicia, combatir la impunidad, porque nos preocupa que se eligiera un perfil policial y que sea como algo no analizado y discutido”.
Atacadas
Por el trabajo que realizan de dar acompañamiento a muchos casos en donde las personas son revictimizadas, sufren todo tipo de acoso y violencia, ellas son atacadas y hay una serie de señalamientos en su contra “porque resultamos incómodas por ser quienes se atreven a decir las cosas que pueden cambiar, que pueden llegar otros perfiles que tengan preparación, que conozcan del trabajo con los colectivos, con las familias, con las redes de defensoras de derechos humanos”.
Cuando se reclama justicia para alguna víctima, ellas tienen repercusiones que a veces escala a lo personal y “sabemos perfectamente de dónde vienen esas amenazas y por respeto a las personas que nos rodean no decimos los nombres, pero no nos vamos a quedar calladas y vamos a activar todos los mecanismos para que este tipo de cosas no le pasen a ninguna mujer”.
Les toca que las pongan adjetivos como “feministas locas, pero sabemos que hay resultado de un trabajo que estamos haciendo, que es un trabajo que incomoda muchísimo porque hemos decidido denunciar, acompañar y no caminar solas. Estamos agradecidas porque hemos sentido el cobijo de personas cercanas a nosotras, sabemos que no es lo más crítico a lo que nos estamos enfrentando, sin embargo. sí es violencia y es que cuando los agresores de las otras son expuestos, también son potenciales agresores de nosotros, pero estamos con nuestros protocolos de seguridad y tenemos todos los mecanismos activados para protegernos”.