Son “Particulares”: Israel Díaz García

Por Benny Díaz

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Israel Díaz García

El quincenario en honor de la Virgen de la Asunción y la romería atraen a cientos o miles de personas al centro de la ciudad y hay quienes llegan a pie, en peregrinación, pero también en automóvil y por eso aumenta la demanda en los estacionamientos y “las tarifas son de primera, segunda y tercera”, declaró Israel Díaz García, titular de Mercados y Estacionamientos Municipales.

La tarifa de primera es de 19 pesos, la de segunda de 18 pesos y la de tercera de 17 pesos, pero hay quienes en temporada de baja demanda cobran incluso menos de 17 pesos, y es válido, igual que cuando hay alta demanda la aumentan, pero no pueden pasar de la cantidad que se estipula en la ley como de primera.

Si lo hacen, entonces sí hay una sanción para quien infrinja la ley, pero si no es así, se les respeta a los dueños de dichos negocios que cobren más cuando hay más demanda, siempre y cuando no se sobrepasen en lo establecido.

Permisos

Sin falta, cada 15 de agosto, cuando se realiza la Romería, sobre todo la avenida Madero se convierte en un auténtico mercado porque se ofertan todo tipo de cosas por parte de comerciantes ambulantes, mismo que reconoció que lo hacen sin permiso y por eso los inspectores andan muy atentos para retirarlos porque la petición del obispado es que el arroyo vehicular por donde vayan a pasar los carros alegóricos esté despejado.

El funcionario reconoció que sí hay permisos para que se coloquen algunos puestos semifijos en la esquina de avenida Madero y la calle Cosío, pero fuera de ahí, no hay otro otorgado y quienes acudan a vender van a ser retirados del lugar y en casos extremos, si no acatan la orden, se les puede decomisar la mercancía.

De Particulares

Al cuestionarle sobre aquellos que apartan lugares en las banquetas y colocan sillas para luego rentar el espacio para que quienes paguen puedan ver la Romería “cómodamente sentados”, dijo que la dependencia a su cargo es ajena a eso y que no se otorgan permisos, que son “particulares” quienes se apropian de las banquetas por horas para hacer negocio durante la fiesta religiosa y que en eso tampoco “tiene nada que ver la Iglesia”.