“Se Detectan de Cuatro a Siete Jóvenes por Salón”

Por Benny Díaz

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Karla Jazmín Ortega González (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

La adolescencia es una de las etapas de la vida en las que ser humano es más vulnerable, porque es cuando se está descubriendo, hay cambios hormonales y físicos y no sabe lo que quiere, pero no siempre tiene la atención que necesitan en sus hogares y por eso es que hay ideación suicida en un índice muy alto.

Ante este escenario, el Instituto Municipal de la Juventud (Imjuva) realiza talleres en secundaria para detectar a los jóvenes con este problema y canalizarlos con psicólogos para ser atendidos, dio a conocer la titular de dicho ente, Karla Jazmín Ortega González.

Hoy en día, hay niños y adolescentes que no tienen medida en el uso de dispositivos como celulares, y consolas de juegos, y su acceso ilimitado a redes sociales los lleva incluso a crearles una adicción.

“Tenemos un taller que se llama No te Enredes con las Redes, precisamente lo estamos llevando a cabo desde primaria hasta preparatoria, con los universitarios ya no nos metemos porque son adultos y usan más los celulares para lo estudiantil o laboral”.

En esos talleres se han dado cuenta de la gran cantidad de adolescentes que tienen ideación suicida, “en la etapa de secundaria es donde se nota un poquito más, hemos detectado en cada plática alrededor de cuatro a siete jóvenes por salón en secundaria”.

Aseguró que cuentan con más psicólogos que los atienden en el Instituto Municipal de Salud Mental (Imasam), del que ya se está pensando en hacer un segundo centro para que haya espacio para todos, porque la sanidad emocional es muy importante para la sociedad.

Para poderlos sacar del círculo vicioso de estar enganchados con la tecnología, además de la terapia psicológica y darles herramientas para que el suicidio no pase por su mente, se les invita a realizar otro tipo de actividades como el deporte, la cultura y el arte.

Claro, esto si el problema no está demasiado avanzado, pero si ya necesitan atención más especializada, también se les canaliza para que puedan ir superando esos cuadros depresivos que los llevan a tener ese tipo de emociones que los hacen pensar en quitarse la vida.

Además de los adolescentes también se trabaja con los padres de familia para que haya un ambiente más amigable para el paciente, que favorezca la recuperación.