Se Mete en Política el Obispo Espinosa

Por Benny Díaz

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Juan Espinoza Jiménez (Foto: Facebook Diócesis de Aguascalientes/ Correo Diocesano)

“El miedo paraliza y arranca la confianza y el mayor pecado es que lo cultivemos en lo personal o en lo comunitario y que no tengamos fe en Jesús, aunque a veces parezca que nos abandona”, dijo el obispo de la diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez.

Jesús predicó con parábolas y cuando se sube a la barca y navegan y cae una tormenta, duerme plácidamente y los apóstoles le reprochan porque los desatiende y no saben a dónde dirigirse y les pregunta por qué son tan cobardes, si no le tienen fe ni el valor de correr riesgos junto a él.

“No tienen fe, los discípulos sólo sentían admiración, les faltaba fe en ese hombre que tiene el poder de detener el viento y calmar el mar, pero el miedo los paraliza, les arranca la confianza y ese es el mayor pecado: que lo cultivemos”.

Otra de las consecuencias de sentir miedo es “que se agigantan los problemas, hay añoranza por el pasado, hace ver fantasmas en todas partes y nos conduce a buscar culpables, cuando comienza el miedo termina la fe”.

Uno de los símbolos de la iglesia es la barca, que es zarandeada por los vientos, las tormentas que conducen al miedo, pero “si Jesús está en la barca, no existe posibilidad para que permanezcamos ahí aunque parezca que el maestro duerme, no podemos desconfiar y tener la certeza de que está con nosotros y la barca pasará adelante”.

El purpurado resaltó que “Jesús exige confianza para erradicar el miedo y no es quitar los peligros para erradicar el miedo, sino es afrontar esos peligros con una actitud distinta y tener la confianza en Dios y reflexionar el Evangelio de manera personal en el aquí y ahora, hay que preguntarnos cada uno qué vientos estamos afrontando, cuál es el mayor miedo que nos asusta, si una enfermedad, perder el empleo, no tener lo necesario para sacar adelante a la familia u otros que nos amenazan como la situación de inseguridad, la educación y la salud que están en decadencia, que a nivel nacional la libertad de expresión esté en riesgo, el temor a la orfandad al dejarnos a nuestra suerte en el avance a la violencia y la impunidad, pero también cómo anda nuestra fe”.

Espinoza Jiménez dijo que “hay que tener confianza en Dios, pero no debemos permitir que el miedo domine nuestra vida, hay que tener confianza en Jesús y que la barca de nuestra vida, aunque por momentos sintamos que hay silencio de Dios, no hay que dejar la fe en segundo lugar y en todas las épocas de la historia la iglesia ha sido zarandeada por vientos contrarios desde los primeros siglos hubo persecución, pero el peor peligro es la calma, cuando creemos que han quietud navegamos en aguas tranquilas”.

Cuando la Iglesia vive en calma, aseveró Espinoza Jiménez, “se aletarga la fe, cuando sufre persecuciones se agiganta esa fe, tengamos miedo de esa calma. Estamos viviendo un progreso en la sociedad y hay ráfagas de vientos fuertes con la deshumanización, las ideologías contra la dignidad humana, la vida, la familia, la educación y el llamado humanismo mexicano no se ve, al contrario, se percibe claramente la deshumanización, el individualismo, en todos lados hay intereses personales, división, crímenes brutales que azota a muchos pueblos, las madres buscadores abandonadas, enfermos descuidados y esto es porque estamos expulsando a Jesús de nuestra barca y cada quien va a su ritmo y en ocasiones en direcciones equivocadas”.

Por eso exhortó a todos a cultivar la fe con la lectura y reflexión del Evangelio, acudir a misa, comulgar e ir de la mano de Jesús en el camino de la vida.