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Sufren algunos derehohabientes en el IMSS (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

De Cabeza

ES COMO andan en el IMSS, porque si los derechohabientes que pueden caminar e ir a recibir “atención”, tienen que armarse de paciencia y de plano resignarse a perder varias horas de su tiempo o hasta el día laboral porque nomás no hay para cuando los atiendan.

Y ES QUE cada quien tiene sus propias “reglas” y como van junto con pegado, o más rimbombante: “coordinados”, aunque de eso no hay nada, el médico familiar sale al paso mandando todo el papeleo al jefe de clínica, que parece les pagan por maltratar a las personas, no por resolver las cosas; éstos se quitan a los derechohabientes, sí esos que les pagan el sueldo, y muy bien, a las “islas” de hospital, para que les saquen las citas con especialistas que porque son quienes deben de hacer los trámites.

CUANDO SE llega ahí, las asistentes salen con que “no se pueden pasar jerarquías” (del médico) y que son las asistentes del médico familiar quien deben hacer el trámite, que es muy sencillo: dar un clic en la computadora, que les desplieguen la agenda y poner la cita.

PUES PARA hacer eso se pasan la bolita entre la “clínica” que es dónde están los médicos familiares, que no doctores, y en “hospital” consultan los especialistas.

Y ENTRE tanta burocracia se pasan los días, las semanas, los meses y nomás no dan una.

SI ESO hacen con los que pueden moverse y hablar, que están enfermos, pero no ponen en riesgo su vida, imagínese eso, pero triplicado, con quienes dependen de un tratamiento como la hemodiálisis para sobrevivir.

NO MAL, pésimo, está el IMSS, aunque en el discurso digan que son muy eficientes, cuando cada vez tienen menos personal, sobre todo especialistas.

PERO PARA decir que sí cumplen dan recetas y más recetas de paracetamol… y a veces ni eso tienen en farmacia. (BDR).