Si se Niegan, Estarían Violando la ley: Martínez Roaro

* Con la Educación Sexual no se Pretende Acabar con Nada, Sino Fomentar la Cultura de la paz y la Inclusión: Héctor Meza

* El FNF, el ANPF y Hasta el Obispo Ignoran el Proceso Sexual Humano, Pubertad, Emociones, Sentimientos y Valores, Deplora

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Conferencia de prensa del Colegio de Profesionales en Sexología (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

Luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenara al Congreso del Estado que despenalizara el aborto voluntario en Aguascalientes, “los médicos de hospitales públicos ya no pueden recurrir a la objeción de conciencia, están obligados a practicarlo de manera segura a las mujeres que lo soliciten”, expresó en conferencia de prensa Marcela Martínez Roaro, integrante del Colegio de Profesionistas en Sexología.

Acompañada por Claudia Ofelia Velasco, Héctor Manuel Meza Estrada, Lourdes Martínez y Selfa Margarita González, hablaron sobre ese tema que ya es un derecho y también sobre los libros de texto gratuitos y el escándalo, por una educación sexual mal entendida por los grupos de ultraderecha, que llegan al extremo de manipular la información para politizar algo que les causa temor por la educación patriarcal, estigmatizada y con culpa que recibieron sobre sexo.

Sobre el tema del aborto, fueron claros al decir que “si lo mandata la SCJN la despenalización del aborto ya es una realidad y el Congreso del Estado debe de estar ordenando inmediatamente las garantías legales de tipos penales para las mujeres que decidan recurrir al aborto voluntario”.

La premisa bajo la que tanto congresistas de la derecha como grupos pro vida utilizaron para que el aborto fuera delito, es “la protección de la vida desde su concepción hasta la muerte natural”; sin embargo, los expositores fueron claros: “acuérdense que la jerarquía del SCJN es la máxima y en su interpretación de la vida quien la define son ellos, no los congresos locales y en esa definición que hacen es que el producto desde la concepción sí es vida, pero no sujeto de derechos y una serie de definiciones que el Congreso no entiende, por eso le ha reiterado que debe derogar artículos porque ya se resolvió que no es delito si se induce por voluntad”.

Martínez Roaro fue claro que “si la Suprema Corte está diciendo que no es delito, no lo es para nadie. Ni para la mujer, ni para quien le ayude a hacer su voluntad, así sea el médico, el papá, la mamá, la amiga, a nadie se le sanciona. No va a cambiar la situación social de que haya médicos conservadores que se nieguen a practicarlo, pero eso va a suceder sólo en la consulta privada, en la pública están obligados a hacerlo si la mujer lo solicita y si se niegan, están violando la ley de las mujeres que tienen derecho al aborto y hay grupos de jóvenes muy aguerridas que hasta a mí me dan miedo, ojalá que estén detrás de esas mujeres para defender sus derechos”.

Si se llega a dar el caso de que un galeno del sector público se niegue a practicar un aborto, la afectada puede interponer una queja ante el ISEA, tanto en la dirección de servicios de salud o en el centro de justicia para mujeres y “hay diferentes colectivos (feministas) que las acompañan cuando les sea negado y esto es para que no sean trasladadas a otra ciudad con recursos estatales para no tener que proceder aquí”.

 

Manipulación y Desconocimiento

 

En otro tema, abordaron el escándalo que han armado los grupos de ultraderecha con los libros de texto gratuitos y los “contenidos” que los escandalizan porque aseguran que hay “ideología de género” y daña a las infancias y adolescentes.

“En la información científica no hay confusión, la ciencia en su esencia es progresiva y descriptiva y el conflicto que hay es en la descripción de la realidad que tienen la población en sus órganos sexuales, que hay quien pertenece a la comunidad LGBTTTIQ y en eso los menores no se confunden, los que tienen conflicto son los adultos”, aseveró Héctor Manuel Meza.

“Los que conformamos el colegio somos profesionales de diferentes carreras pero tenemos maestría en sexología y tenemos muchos años de nuestra vida estudiando esto y no podemos taparle los ojos a los niños que conviven con una diversidad de personas y aunque haya represión en su realidad ven que tienen compañeros que son gays, heteros, transgénero, que hay una diversidad y hay que explicarles las identidades y expresiones de género, es una tontería la ideología de la que hablan”.

El problema –dijeron–, es que hay profesores que no saben cómo impartir esos temas o que de plano son ignorantes o por creencias religiosas pasan de largo esas páginas porque les da vergüenza, pero no sólo ellos “hay otros profesionistas, como médicos, a los que les da pena decir las palabras pene y vulva, pechos o chiches, no toleran decir las cosas por su nombre porque le temen a la sexualidad y no están informados”.

Los grupos de ultraderecha y padres de familia pueden recurrir a todos los amparos que quieran pero la realidad es otra, esas que viven todos los días no sólo los niños, hasta los adultos y que no tienen la capacidad para desafiar lo que aprendieron mal para desaprenderlo y encauzar las cosas como son.

“Desgraciadamente no tenemos educación sexual y ninguno de todos estos que se oponen no pueden venir aquí a explicarnos el proceso sexual humano, tampoco de pubertad, emociones, sentimientos y valores. Por eso ni el Frente Nacional por la Familia, la Asociación Nacional de Padres de Familia y hasta el obispo no merecen ningún respeto, en ese sentido, en todo lo demás sí”.

La educación sexual se debe abordar como lo que es, parte del ser humano y no con un sentido de culpa, algo vergonzoso, pecaminoso y en consecuencia con morbo.

“México es un país con un alto índice de abuso sexual infantil, ante esa situación hay la necesidad de educar en ese sentido a los seres humanos desde temprana edad y explicarles los contenidos para que no tengan confusión en los temas, tampoco miedo, porque a los que ahora somos adultos no se nos habló nada de eso y se tuvo que aprender desde el machismo y la prohibición, que da paso al miedo y en lugar de prevenir se les crea confusión y curiosidad malsana”.

De acuerdo a la edad es como se les debe de ir impartiendo las clases y no sólo “del acto sexual llamado coito, sino de conocer el cuerpo, las sensaciones, hablar de sentimientos, emociones, reconocer que existen otras infancias, personas en diferentes circunstancias y aprender a aceptarlas, porque esto no va a destruir ni desintegrar familias, en el mundo cabemos todos y no se pretende acabar con nada, sino fomentar la cultura de la paz y la inclusión, que es lo que se pierde muchas veces”.

Aseguraron que los contenidos en los libros de texto no son tan explícitos como en los de los docentes, el chiste está en que sepan como impartirlos.

Pusieron un ejemplo: “En el libro de quinto grado hay que realizar una maqueta sobre un pene y la eyaculación y una vulva. Eso les causa un gran conflicto, ¿por qué?, los niños conocen y utilizan su pene diario, las mujeres no lo ven tanto porque está más escondido pero saben lo que tienen. Tienen derecho a saber lo que pasa con su cuerpo, por qué hay erección, menstruación, los momentos en que pasa y sucede en su cuerpo, son fluidos y no tienen nada de malo porque lo mismo sucede por la nariz, la boca y otras partes donde también existen”.

Los expertos en sexología se dijeron abiertos a asesorar tanto a profesores como padres de familia para que los primeros sepan cómo impartir las clases sin sentir vergüenza y quitarles la connotación negativa a las palabras que consideran pecaminosas, y a los progenitores para que también abran esa puerta de diálogo y confianza con sus hijos y hablen de sexualidad en casa sin que genere conflicto para nadie.