En la colonia Cumbres III, un niño de 10 años, víctima de constantes agresiones físicas de sus padres, fue rescatado por policías preventivos, pero los progenitores no fueron detenidos.

Todo comenzó cuando al C4 Municipal se comunicó una mujer que se encontraba en la calle 22 Sur, para reportar que estaba siendo agredido un infante.

Al llegar los oficiales, la fémina explicó que escuchó le pegaban a un menor en una casa cercana, momento en que el afectado, quien tenía golpes en la espalda, solicitó el auxilio de los policías, confirmando que sufría de maltrato por parte de sus padres.

Ante tal situación, los uniformados subieron a la víctima a una patrulla para trasladarla al área de Trabajo Social de la Dirección de Justicia Cívica y posterior­mente al Centro de Justicia para la mujer, dónde quedó bajo resguardo en la Agencia Especializada en Investigación de Delitos Sexuales, Justicia Familiar y de Género, integrándose una carpeta de investigación.