Un sujeto originario de Gómez Palacio, Durango, se metió a un banco para amenazar a los clientes y se dirigió a un restaurante en construcción para amenazar con arrojarse al vacío, en la avenida José María Chávez, en el desarrollo especial Villasunción, al sur de la ciudad.

Se trata de Óscar Rolando “N” “N”, de 37 años, quien no consiguió matarse debido a la oportuna intervención de rescatistas.

Todo comenzó alrededor de las dos de la tarde de ayer, cuando, bajo el influjo de algu­na sustancia, ingresó a la sucursal del banco Banorte del centro comercial Villasunción, para gritar amenazas a los ahí presentes.

Al ver que se acercaban policías, salió despavorido y llegó hasta la construcción de un restaurante en la avenida José María Chávez, casi esquina con la avenida Aguas­calientes, al sur de la Agencia Renault.

Frente a varios albañiles llegó al primer piso y comenzó a gritar que se quitaría la vida, llegando en ese momento los unifor­mados que lo perseguían.

Minutos después arribaron bomberos, ele­mentos de Protección Civil y socorristas al mando de José Gabino Vázquez, los cuales comenzaron con las labores de convenci­miento para evitar que se lanzara desde una altura superior a los cinco metros.

El duranguense gritó que hacía tres días lo habían corrido de la empresa “Tramac” y prácticamente vivía en la calle. Asimismo pedía hablar “con alguien de confianza” o “con la gobernadora”.

Luego de aproximadamente 90 minutos, uno de los rescatistas logró sujetarlo de un brazo, quedando colgando en la orilla de una barda, por lo que fue acomodado un camión de la empresa Estafeta para que Óscar Ro­lando cayera en la caja, de donde fue bajado dejándolo caer en un montículo de arena.

Los técnicos en urgencias médicas de­tectaron que el suicida se dolía del pecho y tenía deshidratación severa y heridas abra­sivas en las manos, por lo que lo trasladaron al Hospital General de Zona número 1 del IMSS, donde su estado de salud se reportó estable.