Fernando Marmolejo Montoya (Foto: Ernesto Martínez Reyes)
El Parchadero
LOS DIPUTADOS de la LV Legislatura se han distinguido por proponer “modificaciones” por todo al código penal del estado, y si logran hacer ese parchadero la ley cada vez estará más torcida porque tal parece que cada legislador, legisladora o legisladore intenta llevar agua a su molino y que se hagan las cosas a la medida de necesidades, propias o de sus cercanos.
PERO EL que de plano se voló la barda es Fernando Marmolejo Montoya con eso de convertirse en el espadachín de salvar el “honor” de los hombres a los que les dan gato por liebre y les endilgan hijos que no procrearon, pero que anduvieron divirtiéndose en el lugar donde se desarrollaron para nacer.
NO ES QUE se defienda la deslealtad, el abuso o lo que sea que hagan las mujeres que les mienten a quienes desean como padres de sus hijos sin serlo, pero nadie le entra a un tema que si se ponen en ese plan, entonces hay que hacerlo a fondo.
¿QUÉ PASA con los hijos que se engendran por inseminación artificial o in vitro?, si se van a poner exigentes que lo hagan en todo.
PORQUE EL diputado se pasa de cándido ya que se puede dar el caso de que una mujer recurra a un donador, por cualquiera que sea la razón por la que desee ser madre, tenga al hijo y luego encuentre una pareja y forme una familia.
POR OTRA parte, ¿por qué sancionar nomás a la mujer que miente?, que también se aplique con todos los que anduvieron por ahí dejando semillas regadas en el mismo lugar y dar con el que llegó primero al óvulo para crear una nueva vida.
SI SE PONEN a hacer leyes que lo hagan a fondo, no sólo desde la perspectiva que convenga a intereses de unos cuantos o los que las hacen en su momento porque así libran alguna situación.
EN EL CASO de las inseminaciones artificiales y fecundaciones in vitro el diputado dijo que eso no se da tanto.
SERÁ POR allá en su rancho, porque en Aguascalientes hay clínicas de fertilidad donde cobran un ojo de la cara por llevar a cabo este tipo de procedimientos y hasta con donadores “conocidos” por la mujer o anónimos, esos que generalmente son estudiantes de alto rendimiento, con habilidades artísticas y características muy específicas para que sean elegidos por la futura madre al comprar ese “material” genético.
LO MISMO sucede con los óvulos, que se donan (en realidad se venden, y a muy alto costo), luego se compran y se hacen fecundaciones in vitro, entonces es un tema demasiado amplio como para ponerse a legislar con el argumento de andar salvando el “honor” de aquellos a los que les fueron infieles, para decirlo claramente (BDR).
