Está Normalizadas las Agresiones a las Mujeres
Por Benny Díaz

Nancy Jeanette Gutiérrez Ruvalcaba (Foto: Archivo Página 24)
La diputada Nancy Jeanette Gutiérrez Ruvalcaba asegura que la forma para que no se siga violentado a las mujeres en todas las maneras es reeducando a la población, porque por décadas, incluso siglos, se ha vivido bajo un concepto en el que el varón tiene supremacía y se normalizó que se atentara de manera sexual, física, emocional, económica y de muchas otras formas al género femenino.
“Es indispensable reeducar a la población adulta de nuestro país y educar desde la primera infancia con perspectiva de género, promoviendo la igualdad entre mujeres y hombres, eliminando prácticas discriminatorias y desarrollando una conciencia basada en la erradicación de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones”, indicó la panista.
Aunque hay leyes que protegen a las mujeres e incluso instituciones en donde se les recibe para refugiarse de sus agresores, si es necesario con hijos, sólo son soluciones en la inmediatez pero necesarias, porque si corren riesgos en su integridad o incluso la vida, hay que sacarlas de ese ambiente y lugar.
Cuesta mucho que las mujeres e hijos entiendan que no es normal vivir entre violencia porque luego se van repitiendo patrones cuando esos niños o niñas crecen y buscan parejas con las que si no reciben malos tratos no se sienten bien, ya que creen que amor es igual a estar en peleas constantes, golpes, humillaciones y muchas otras cosas que se derivan.
Hacer eso es reeducar a quienes ya pasaron por la experiencia que resulta traumática, pero se puede romper con todos esos círculos viciosos, mientras que a niñas y niños desde sus primeros años hay que educarlos en que ambos sexos son iguales en cuanto a derechos y obligaciones y que bajo ningún motivo se debe recurrir a cualquier tipo de violencia.
La problemática por la que atraviesa la sociedad desde el núcleo familiar es severa, porque la violencia no sólo permea al interior del hogar, pues cuando hombres y mujeres son violentadores llevan esas prácticas a otros ámbitos como el escolar o laboral, convirtiéndose en victimarios de terceros, generalmente buscan a aquellos que perciben como más débiles para sentir que como personas tienen valor al ser “superiores” a otros.
