Variación de Precios de Insumos nos Obliga a Elevar el Precio, Justifica

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

La tortilla se vende entre 20 y 24 pesos el kilo (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

Esta semana el kilogramo de tortilla alcan­zó un precio de 24 pesos el kilo, “esto debido a la inflación y lo convierte en un alimento que deja de estar al alcance de algunos”, declaró a Página 24 Alfonso Anaya Cas­tro, secretario de la Cámara Nacional de la Industria de Producción de Masa y Tortilla en Aguascalientes.

Hasta hace unos años “la gente que estaba en pobreza extrema comía tortilla y frijoles, que es la base de la alimentación de los mexicanos, pero ahora quienes ganan un salario mínimo para mantener una familia ya no pueden ni eso”.

Anaya Castro afirmó que no está en ellos como Cámara tener el control de los precios, porque debido a que no hay un costo especí­fico de los insumos como maíz, harina, cal, agua y gas, sobre todos los dos primeros y el último, que son los que más fluctúan, los tortilleros se ven en la necesidad de incre­mentar los precios conforme “su situación”.

Así que la realidad es que mientras en una colonia puede estar a 20 pesos el kilo, como en algunas colonias del oriente, conforme más céntrico es el local, más caro porque hay que pagar renta, luz y en algunos casos hasta empleados.

“Tenemos que hay tortillerías en La Purísima que venden el kilo a 22 pesos, mientras que en barrios como El Encino o la Zona Centro están ya en 24 pesos el kilogramo, pero es precisamente porque no hay estabilidad en los insumos principales como el maíz y la harina, que es la base para realizar el producto”.

Aunado a la competencia desleal de las tiendas de autoservicio, que las llegan a vender hasta en 15 pesos el kilo, pero la calidad deja bastante que desear ya que están hechas ni siquiera con harina de maíz pura, sino que se combinan otros elementos, también del maíz, como puede ser el olote, que es donde están los granos de ese cereal y que muelen y mezclan con harina para hacer las tortillas y con exagerado contenido de cal, por lo que más que un alimento, resulta no muy recomendable para la salud ya que puede provocar cálculos renales.

“La calidad de una tortilla se nota, vemos que las que están hechas sólo con nixtamal (maíz previamente preparado y molido), son de primera y esas se encuentran sólo en las comunidades o municipios, sobre todo don­de hay mujeres que las fabrican de manera artesanal y su costo, de 10 a 12 tortillas es de 30 pesos o más”.

Las fabricadas de forma industrial están combinadas con nixtamal y harina de maíz, conforme los porcentajes es la calidad del alimento y hay unas que al calentarlas se hacen duras, esas tienen muy poco maíz natural.

Lo que afecta al bolsillo del consumidor es el constante incremento, ya que cada vez se reduce el consumo de la misma por persona.