Familiares y Vecinos de la Víctima Capturan a los Asesinos
El crimen se cometió en la calle Benito Juárez, en la comunidad Emiliano Zapata
Un exconvicto fue ejecutado a balazos, y los sicarios fueron perseguidos y capturados por familiares y amigos de la víctima, en la comunidad Emiliano Zapata, Pabellón de Arteaga.
La víctima mortal fue Roberto Contreras Covarrubias “El Recuas”, que contaba con 51 años.
Al cierre de esta edición, las identidades de los detenidos permanecían en reserva.
Querían Obligarlo a Vender Drogas
Familiares de “El Recueras” reconocieron que éste se dedicaba a la venta de drogas, por lo que fue detenido y encerrado en el Cereso.
Hace aproximadamente tres años salió para trabajar en una ladrillera, además de criar gallos de pelea.
Días atrás, sicarios lo amenazaron de muerte al negarse a continuar vendiendo estupefacientes.
La Ejecución
Alrededor de las 19:00 horas de ayer, “El Recuas” se encontraba sentado afuera de su casa, en la calle Benito Juárez, cuando arribaron dos sicarios a bordo de una motocicleta negra. Uno de ellos disparó al menos ocho ocasiones en contra de Roberto, quien cayó al piso.
Los matones huyeron de inmediato, pero vecinos y familiares de “El Recuas” abordaron una camioneta y fueron tras los responsables, mientras que otros llamaron al servicio de emergencia 911.
Al lugar se dirigieron policías estatales y municipales, además de paramédicos de la Secretaría de Salud, los cuales brindaron los primeros auxilios al hombre y de urgencia lo trasladaron al Hospital General de Pabellón de Arteaga, donde minutos más tarde perdió la vida, sin que trascendiera en qué partes del cuerpo recibió los balazos.
Capturan a los Sicarios
Mientras esto sucedía, los sicarios intentaban alejar a sus perseguidores tirando balazos en “una isla propiedad de Juan Alvarado”, en las inmediaciones de los arenales de la familia Armendáriz, dijo más tarde uno de los sobrinos del hoy occiso.
Al terminarse las balas de los sicarios, los familiares de la víctima mortal los acorralaron lanzando piedras, llegando en ese momento uniformados para arrestar a los sicarios y trasladarlos de inmediato al edificio de la Agencia Estatal de Investigación Criminal.
Mientras tanto, arribaron al nosocomio elementos de la Dirección General de Investigación Pericial para trasladar el cuerpo sin vida al Servicio Médico Forense.
Asimismo, acudieron al lugar de los hechos para fijar y embalar los indicios de la ejecución, entre ellos ocho casquillos percutidos “calibre .9 milímetros”.
