Fueron vinculados a proceso cinco sujetos que privaron de su libertad a un drogadicto que se escapó de un anexo, pero quedaron en libertad condicional.

Se trata de los empleados del centro de “rehabilitación” San Francisco de Asís CEA, Jairo “N” “N” “El Jairo”, de 36 años; Juan Aurelio “N” “N” “El Juan”, de 29; Luis Leobardo “N” “N” “El Leo”, de 27; Ramón Osvaldo “N” “N” “El Osvaldo”, de 21 y Ri­cardo Mauricio “N” “N” “El Richard”, de 20.

Alrededor de la una de la tarde del miérco­les 15 de febrero, el adicto Ricardo “N” “N”, burló la seguridad del mencionado anexo, donde fue internado por sus familiares.

En la huida se trepó a un camión de volteo, el cual se incorporó a la carretera estatal 45, pero a la altura de la comunidad El Cortijo, en Jesús María, le cerró el paso a la pesada unidad, una camioneta Chevrolet Silverado doble cabina gris, con placas de Aguasca­lientes, que tripulaban los ya mencionados.

Ricardo corrió pero al tropezar en una zona irregular fue atrapado por Juan Aurelio, quien le gritó que ya le había advertido que le iría mal si escapaba.

En ese momento llegaron los otros cuatro maleantes para golpearlo en diferentes partes del cuerpo, atarle las manos con un cinturón de tela gris y llevarlo hasta la Silverado, donde le cubrieron el rostro con un trozo de una cobija.

Sin embargo, en ese momento fueron capturados por policías municipales de Jesús María, quienes ya habían recibido el reporte del plagio y rescataron a la víctima.

Los detenidos fueron presentados al Mi­nisterio Público de guardia en la Agencia Estatal de Investigación Criminal y pos­teriormente los remitieron al Cereso para varones de la salida a Calvillo, acusados de privación ilegal de la libertad.

En la audiencia inicial la defensa de los sujetos alegó que sometieron a Ricardo para regresarlo al anexo “con la intención de alejarlo del mundo de las drogas”.

El juez de Control y Juicio Oral los vin­culó a proceso por el mencionado delito, aunque los dejó en libertad con la condición de acudir mensualmente a firmar al juzgado, no salir del estado y tampoco acercarse a la víctima hasta que finalice la investigación.