“Dios nos da Valentía, Serenidad y paz”

Por Benny Díaz

Debido a los bloqueos que hubo en Zacatecas el domingo y las constantes balaceras en Jalisco, que tienen franjas de territorio pertenecientes a la Diócesis de Aguascalientes, se le cuestionó al vocero Rogelio Pedroza González si hay temor entre el presbiteriado o han tomado algunas medidas de protección.

“Los sacerdotes debemos vivir nuestro ministerio en las diferentes circunstancias de la vida, hay que ser prudentes para realizar las actividades pero la serenidad es básica y finalmente todo el mundo está en manos de Dios y en nuestro caso respondimos a una vocación y ahí vamos”.

Pedroza González mencionó que “el grupo sacerdotal es experimentado y hay serenidad, cada quien vive diferencias circunstancias y claro que hay que tomar las providencias y previsiones, pero como clero no nos sentimos atemorizados por las cosas que están sucediendo, Dios nos da el espíritu de valentía, serenidad y paz para entender que estamos ofreciendo un servicio a la iglesia y a Dios”.

 Cuaresma no es Fiesta

A punto de que inicie la cuaresma con el miércoles de ceniza, “es tiempo en el que todo cristiano debe seguir a Cristo por ese camino en el desierto haciendo ayuno, oración, penitencia, obra de calidad, son los cuatro aspectos en que debemos prepararnos para la pascua, y aunque en otros lados andan contentos porque están en carnaval y luego van a empezar la cuaresma esto no es así, porque este tiempo no es de fiesta”.

Reiteró que “es tiempo de penitencia, para meditar, reflexionar e ir por el camino de conversión porque con la penitencia todos vamos a revivir el perdón de Dios hacia los pecados y por eso hay que reflexionar sobre nuestra vida y dar acompañamiento a Cristo en esos 40 días con oración, penitencia, ayuno y obras de caridad”.

El ayuno, para quienes practican la fe católica, es obligatorio desde los 18 a los 59 años, “pero también hay que tener disciplina porque hay muchachos que no han cumplido la mayoría de edad y ya son padres de familia y en casos de niños de tres años, entonces ya tiene esa responsabilidad pero no para ayunar”.

La abstinencia de comer carne es a partir de los 14 años de edad, pero “si hay alguien que esté enfermo y no puede hacer esto, hay otros actos y sacrificios. Hay que estar unificados en ayuno, penitencia, oración y obras de caridad –reiteró–, porque es el camino que hay que seguir para llegar a Dios, y no tengamos miedo de confrontarnos con nuestra vida”.