
El Señor de las Angustias en Rincon de Romos
No hay Nada más Difícil
ASI DICE una canción de Marco Antonio Solís y como anillo al dedo para lo que están pasando los rinconenses con la organización de la Feria en honor del Señor de las Angustias, uno de los cristos más antiguos de la entidad y que tiene una historia por demás fascinante.
SEGÚN LA leyenda, en el pueblo, hace siglos, en una noche oscura y lluviosa llegó un hombre a un lugar donde vivían dos ancianas a pedir posada, iba de paso.
ERA UN hombre sencillo y humilde, que dijo ser carpintero. Las mujeres le dieron hospedaje y también agua para que se aseara y comiera.
EN AGRADECIMIENTO el hombre les dijo al día siguiente que no tenía nada con qué pagarles por todas sus atenciones y las mujeres le mostraron un tronco del que querían hacer un cristo. El hombre dijo que se los haría, comenzó a trabajar, llegó la noche, las mujeres se fueron a dormir y al siguiente día cuando se levantaron ya no encontraron al huésped, pero sí al cristo completamente terminado.
NUNCA SUPIERON el nombre del carpintero ni tampoco a dónde iba ni a qué hora se fue, pero a partir de ese día las mujeres se libraron de todas las angustias.
ASI INICIÓ la devoción al Cristo que es el patrono de Rincón de Romos y cada año recibe miles de visitantes no sólo de la región sino hasta del extranjero, porque los paisanos vienen a agradecer favores recibidos.
PERO ESE no es el problema sino que los que andan organizando la feria no saben en dónde están los espacios adecuados para poner los escenarios y cumplir con todas las exigencias de los artistas que según cuentan, el alcalde Francisco Javier Luévano está empeñado en traer a ese municipio.
Y NO SÓLO por los espacios que requieren para colocar los escenarios, sino por las exigencias y caprichitos de los artistas que van desde determinados platillos, frutas, quesos, vinos y hasta marcas de agua embotellada.
Y MIENTRAS tanto, los habitantes se tienen que aguantar hasta por semanas los olores putrefactos de la basura que se descompone en los contenedores, porque los servicios públicos en ese municipio andan por los suelos. (BDR)