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Todos los programas de apoyo que da el gobierno, sean del partido o ideología que sea, no son de ellos, es dinero de los ciudadanos (Foto: Archivo/Cuartoscuro)

No son los Políticos

ES BUENO que se ayude a quien lo necesite, pero hay algo en lo que no hay que desviarse ni perder la brújula y es que todos, absolutamente todos los programas de apoyo que da el gobierno, sean del partido o ideología que sea, no son de ellos, es dinero de los ciudadanos.

SÍ, PORQUE luego hay quienes casi les quieren poner hasta un altar por la “ayuda” que les dan y no se dan cuenta que ese dinero proviene hasta de ellos mismos, de los impuestos que pagan porque ahora sí, aunque suene a comercial, todo México es territorio donde se paga predial.

TODOS LOS que cuenten con una o varias casas deben de pagar un impuesto por ser los dueños, igual pasa con los coches, que le cambian el nombre y maquillan las cosas para que no se sienta tanto lo que hay que desembolsar por tener un automóvil propio.

Y ASÍ se pueden ir, porque hay unos gobernantes con uñas más largas que otros en eso de inventarse formas de cobrar impuestos, como cuenta la historia que hubo uno que quería hacerlo hasta por tener puertas a la calle, entonces la gente, nada tonta, salía por las ventanas y no pagaba.

NO SE sataniza que los ciudadanos tengan responsabilidades y paguen para poder tener servicios, ciudades bien cuidadas, seguridad, etcétera, pero que también entiendan que los políticos son de paso y son empleados de la ciudadanía, entonces no le compren a nadie la idea de que “les da”, porque de su bolsillo no sale ni un centavo para eso, menos un peso (BDR).

No hay que Avergonzarse

EL OBISPO Juan Espinoza Jiménez fue claro al decir que le conmueve la fe que hay en Aguascalientes y que no hay que avergonzarse de que los niños acudan el 12 de diciembre ataviados como Juan Diego o la Virgen de Guadalupe.

ESA ES una forma de evangelizar, porque a los niños por más que se les explique no van a entender la tradición, en cambio, viviéndolo es algo que se les va a quedar en la memoria.

Y ESTO se debe a que las generaciones pasadas vivían con un catolicismo muy arraigado y fueron sembrando esa semilla en sus hijos y nietos y aunque las modas cambien, la fe perdura. (BDR).