“Después de Nueve Años”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Maximiliano Ramírez Hernández

El diputado Maximiliano Ramírez Hernández se mostró más que orgulloso de que se votara la actualización del código urbano, luego de nueve años de que no se le moviera ni una coma, lo que ya resulta obsoleto, pero lo más importante: quitarán mucho trámite burocrático que no tenía razón de ser, como que los desarrolladores realizaran el mismo trámite dos veces, porque era ante el municipio y el estado.

En conferencia de prensa, el legislados dijo que esto vendrá no sólo a hacer que “la lana se quede en Aguascalientes, porque se la estaban llevando a otros lados, como Querétaro, Zacatecas, León y Hermosillo, donde un permiso lo obtenían en seis meses, mientras que aquí se tardaba dos años”.

Para que la iniciativa llegara a ser votada se tuvo que hacer consenso con varias comisiones y al final el resultado fue unánime de que era urgente y necesario actualizar el código urbano y con “artículos claros, concisos y que cada vez dejan menos interpretación al código de la Procuraduría Urbana para dirimir muchos temas de corrupción de parte de los funcionarios y su actuar, por ejemplo, que en los cotos no pagan las cuotas de mantenimiento; todo viene de manera integral y vendrá con certeza jurídica”.

También se toman en cuenta los asentamientos humanos y las subdivisiones que tantos dolores de cabeza causan a los ciudadanos, sobre todo cuando hay herencias en donde deciden que una propiedad tenga dos o más divisiones.

Lo que están privilegiando es que “la gente adquiera su vivienda propia, su patrimonio y con políticas públicas actualizadas. También buscamos incentivar la economía del estado, por lo que ya platicábamos de las desarrolladoras que se iban a otros estados a dejar la lana, por eso los trámites para autorizar un permiso también serán de seis meses, y es que en Aguascalientes se genera inversión, además de trabajo, mano de obra y después del sector automotriz, es el sector inmobiliario lo que más dinero deja”.

Lo que tiene contentos a los alcaldes es que “las facultades se regresan a los municipios, de acuerdo con el 115 constitucional, para la supervisión, promoción y venta; además de que ya todas las casas deben de contar con cisterna para el cuidado y reutilización del agua”.

El otro tema es que las áreas de donación no sirven de nada si se quedan en lotes baldíos, que sí pasan a ser propiedad del municipio, pero más que ser útiles generan inseguridad, son vandalizadas y “a petición expresa de Leonardo Montañez Castro cuando se dé el permiso para desarrollar un fraccionamiento esos espacios se entregan con una infraestructura con avalúo colegiado. Puede ser un pozo, puente peatonal, una calle con concreto, etcétera”.

Que por ley todas las viviendas deban tener almacenamiento para agua es porque mínimo se debe tener para tres días, y en muchos casos no contaban con eso, y cuando había tandeos se quedaban sin el vital líquido y esto ya no será a criterio del desarrollador, sino que toda casa edificada debe contar con cisterna o macrosisterna para que la gente no se quede sin agua.

Otra de las variantes es que las casas de interés social antes debían de tener 70 metros cuadrados de terreno y 38, como mínimo edificados, ahora aumentaron a 42 de construcción; sí serán más grandes las viviendas y aunque sigue el tema del hacinamiento “hay gente a la que no le alcanza para adquirir una casa más que de esas y no podemos legislar desde el escritorio, hay que avanzar y garantizar que no anden de paracaidistas o rentando, sino que tengan acceso a tener algo propio”.