Fotografía relevante a la nota.

Héctor Grijalva Tamayo

Como en Chino

SE HABLA mucho de apoyar a las mujeres que son víctimas de violencia, que hay que capacitar a muchos en perspectiva de género para no revictimizarlas y solo las sacarlas de sus hogares por un máximo 72 horas porque legalmente no se puede más, también hay órdenes de restricción y policías resguardando a quienes están en una situación de peligro, pero todo eso tiene una duración máxima de dos meses.

LO PEOR es que Héctor Grijalva Tamayo, quien está al frente de la salud mental en el estado, asegura que a los violentadores, aunque sean psicópatas, hay que darles terapia.

UNA COSA es psicópata integrado (que andan muchos caminando por las calles) y otra aquellos que aparentan tener psicosis; por favor no confundir la gimnasia con la magnesia.

ASÍ COMO sucede con los médicos, ya que cuando hacen su licenciatura tienen la categoría de “generales”, y si desean tener mejores ingresos deben de especializarse para poder ayudar mejor a los pacientes.

IGUAL PASA con los psicólogos, y con la pena, pero en la entidad apenas andan en pañales porque hay varias “ramas” como la  Gestalt, que es la más socorrida, y muchas otras, pero al final de cuentas todos egresan como si tuvieran el equivalente de médicos “generales”.

Y NO es psiquiatría, esa es una rama de la medicina que se dedica a enfermedades que requieren medicamentos: ansiedad, depresión, esquizofrenia y otras.

LOS PSICÓLOGOS trabajan con las emociones y heridas que pueden tener desde la niñez y que si no son tratadas adecuadamente afectan hasta la edad adulta, incluso toda la vida.

HAY ALGO que se llama bullying, mobbing y amor zero: humanos depredadores de humanos. Los que acosan en la escuela, los que lo hacen en el trabajo y los que duermen con el enemigo al casarse con quien siente todo, menos amor por la persona.

LO QUE los “expertos” en Aguascalientes no entienden es que esos psicópatas integrados no pueden recibir terapia, porque se vuelven peores y no se recuperan y pueden llevar a la víctima hasta la muerte, porque terminan con todo: la alejan de su círculo social, autoestima, dinero y le generan una adicción, codependencia pues, muy difícil de romper.

PSICÓLOGOS EXTRANJEROS que se especializan en esta rama de la psicología aseguran que la única manera de poder recuperarse es no volver a tener contacto con el violentador, pero nada es nada.

PARA ESO hay mínimo siete intentos para lograrlo, porque son hábiles y esa adicción emocional que generan es tan poderosa como una droga de esas que dicen son de élite: cocaína.

Y PARA superarlo se requieren psicólogos especializados que den terapia adecuada para que la persona se dé cuenta y se asuma y trate como víctima, sin miedo a la palabrita que muchos satanizan.

PERO NO, en Aguascalientes todo eso lo llaman con el rimbombante nombre de que la mujer “normaliza” la violencia, como quien dice le gusta la mala vida.

POBRES VÍCTIMAS, por más que quieran no podrán alejarse de un violentador, porque van a repetir con otro y otro, pues el problema es mucho más serio y prácticamente a nadie le interesa ir a la raíz del asunto. Es como si a un enfermo de cáncer lo quisieran curar con una aspirina por más rimbombante y sofisticado que le pongan el nombre para recetarla. Es lamentable que se hable mucho y se gaste tanto en “ayuda” cuando en la realidad, y las cifras lo dicen”, el remedio no cura la “enfermedad” y todo por no querer ver más de sus narices (BDR).