Fotografía relevante a la nota.

Jesús Figueroa Ortega | Juan Antonio Zermeño Romo

Más Funcionarios así

LEONARDO MONTAÑEZ Castro fue claro en su discurso antes de hacer entrega de motocicletas, armamento y chalecos antibalas, ya que resaltó que los elementos de la policía municipal están certificados para trabajar en cualquier lugar del país.

AGRADECIÓ QUE cada día, al salir a realizar sus labores, arriesguen su vida para salvaguardar a los aguascalentenses.

Y LUEGO lanzó unas palabras como para que se paralizaran, si es que tienen algo de cabalidad: “Nuestros cargos son temporales, estamos aquí para servir a los ciudadanos y garantizarles que lo haremos, y muy bien”.

OJALÁ QUE algunos que estaban ahí sentados lo entiendan, digieran y pongan en práctica (BDR).

¿Y el Fiscal?

JESÚS FIGUEROA Ortega anda en calidad de “desaparecido” y según los rumores del socorrido radiopasillo, desde hace tiempo hay un “encargado de despacho” porque el fiscal anda más preocupado porque el tiempo se haga chicle y le alcance para obtener su notaría, aunque sea de último minuto.

PORQUE LAS que se entregaron el 28 de agosto no tuvieron espacio para él y los que saben cómo estuvo el asunto, aseguran que la que era para Figueroa Ortega se la quedó el hijo de Enrique Morán Faz.

ENTONCES, UNA de dos: El fiscal sigue haciendo la lucha para que, aunque sea a las 11:59 del 30 de septiembre, le firmen los documentos para tener su fiat, o en todo caso se anda lamiendo la herida por haber sido alborotado y emocionado para finalmente recibir un palmo de narices.

EL CHISTE es que en el evento del alcalde, ayer en plaza de armas, estuvo Juan Antonio Zermeño Romo en su representación, quien asegura que, como dijo Juan Gabriel: “Aunque tengo libre mi conciencia”, en su cara le dijeron que él había estado presente cuando hicieron firmar confesiones falsas a las víctimas de tortura.

Y TAMBIÉN en su cara le dijeron que ahí en fiscalía fabricaron todo para que cuadrara, y siendo policías municipales los acusaron de asesinar y desaparecer personas, tener nexos con el crimen organizado y otras barbaridades más.

FUE CASI un exorcismo para el vicefiscal, quien negó tener señalamiento alguno de haber participado en la tortura y calificó como “muy delicado” que digan que el ente donde trabaja hayan “fabricado” tanto y peor, que hayan torturado.

ESO SÍ, se paró el cuello con que son súper eficaces, algo así como policías de élite para proteger a los aguascalentenses de los malos, y que no es que haya aumentado la venta de droga, sino que “trabajamos más” y por eso decomisa más “narcotienditas”.

BUENO, SI es así, que el vicefiscal de investigación le aumente cinco rayitas a su trabajo para que limpie de una vez por todas a Aguascalientes de esa porquería que envenena a muchos.

ENTONCES SÍ se le aplaudiría, pero eso de echarse porras sólo no le queda bien a nadie.

AH, Y RESULTA que Juan Antonio Zermeño Romo dijo que a él le toca decomisar crystal y mariguana y tal vez una que otra dosis de cocaína, o quien sabe, porque aseguró que el fentanilo “no me toca a mí (decomisarlo), es a la autoridad federal”.

CON ESE burocratismo con razón que poco falta para que las víctimas de tortura resulten delincuentes de altos, muy altos vuelos porque con el anuncio que hizo de que las carpetas se “investigaron” en 2012, o sea por Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, solitos se ahorcan (BDR).