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Prefieren Jornadas Laborales más Cortas

Tiempo Para Todo

EN CADA generación se dice que es peor que la anterior y que la crisis de valores au­menta y ya es un auténtico relajo en el que sálvese el que pueda y las creencias religiosas se dejan de lado.

POR ESO desde la Diócesis de Aguasca­lientes se insiste en el llamado a la jornada de oración porque cada quien desde su trinchera debe trabajar duro, de lo contrario, cada vez serán peores las crisis entre las familias, que hay más rotas que unidas.

SEGÚN LOS clérigos, al dejar de creer y de practicar la religión, el lado espiritual se deja “dormido” y Dios es tan respetuoso que acepta no ser recibido en algunas personas y por consecuencia, en las familias.

DONDE HAY gritos, sombrerazos, insul­tos, golpes, todo menos diálogos y compren­sión difícilmente pueden guiar a los hijos y en estos momentos los que más peligros corren de ser captados por otros que no tienen nada de bueno en mente para ellos, son los jóvenes y adolescentes que se sienten solos e incom­prendidos y buscan fuera de su familia lo que no encuentran.

Y DE AHÍ lanzaron algo que, para los que tienen conciencia si cala: ser padre o madre de familia no es sólo concebirlo, es cuidar y hacerse cargo de ese hijo o hijos, hasta que estén lo suficientemente maduros en todos los sentidos para hacerse cargo y responsables de su vida. (BDR)

Prefieren Jornadas Laborales más Cortas

CON LA reactivación económica, la industria mexicana comenzó a demandar más trabajadores y ofrecer buenos sueldos, principalmente para operadores de máquinas. Sin embargo, la población no está dispuesta a aceptar puestos de tiempo completo, pues prefieren jornadas de sólo cuatro horas o laborar en la informalidad, dijeron líderes empresariales en entrevista con El Universal.

LA MAYORÍA pertenecen a la llamada generación millennial, formada por personas que tienen de 26 a 41 años de edad, lo equi­vale a casi una tercera parte de la población mexicana, de acuerdo con el último censo del Inegi. Hay demanda de trabajadores por parte de la industria en el Bajío y norte del país, pero pocos operarios que quieran aceptar estos puestos, explicó José Antonio Centeno, pre­sidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).

“ESTO TIENE que ver con un tema generacional; la mayoría son de la genera­ción millennial, que priorizan en su nivel de satisfacción personal otras cosas, como la libertad y capacidad para manejar su tiempo. No les gusta trabajar tiempo completo”, dijo. El presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), Luis Hernández, expuso que las maquiladoras han recortado los turnos de ocho a cuatro horas desde hace unos años y ya hay más turnos, para que la gente atienda sus necesidades y elija en cuáles laborar.

HAY PERSONAS que se quedan con la idea de que los turnos son de ocho horas, pero ya hay de cuatro, hizo ver Hernández. Además, dijo, se busca ofrecer más tiempos extra al personal para atender los contratos que se tienen para exportar productos.

POR EL aumento salarial en la frontera norte, donde el salario mínimo se triplicó de 88.36 pesos diarios en 2018 a 260.34 este año, el líder de Index señaló que algunos prefieren trabajar en la informalidad, para evitar pagar tantos impuestos o que se les retenga del suel­do adeudos en créditos de nómina o Infonavit.

“HEMOS VISTO que la informalidad ha aumentado bastante. Ahora la gente prefiere hacer algo con la familia o trabajar en algo informal para ganar más dinero y que no le descuenten ningún impuesto”, comentó. El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), José Abugaber An­donie, coincidió en lo anterior y añadió que, con la quinta ola de COVID-19, el ausentismo se incrementó de nuevo y representa 8% de la plantilla laboral.

“MUCHOS COLABORADORES de las empresas presentan elevados niveles de endeu­damiento con créditos de nómina e Infonavit. Debido a esto, los trabajadores no se contratan en empresas formales porque si fuera el caso, en su primer pago su ingreso sería afectado profundamente, dados los rezagos en los pagos de sus deudas”, explicó a este diario.

SEGÚN ESTIMACIONES del Centro de Inteligencia Concamin, basados en datos del Inegi, la población ocupada total aumentó en TRES millones 105 mil personas en el último año, “pero sólo un millón 300 mil ingresaron a la economía formal”, es decir, apenas cuatro de cada 10 trabajadores.

LA CANACINTRA y Concamin exter­naron su preocupación por la creciente infor­malidad laboral y detectaron que también hay otras personas que buscan programas sociales de apoyo para cubrir su necesidad de ingreso. Los puestos de operadores de máquinas son los más solicitados por la industria, lo que des­ata una especie de “canibalización por falta de personal” y provoca que se encarezca la mano de obra, explicó José Antonio Centeno. Expu­so que los puestos de operario son la puerta de entrada a la industria manufacturera porque no se requiere certificación, pues las empresas son las que capacitan a los trabajadores, pero “el problema es que hay muy poca gente que quiere trabajar”.

DIJO QUE la rotación de personal “debe ser de 30%”, es decir, en promedio de cada 10 contrataciones, tres se van en unos meses, dependiendo de la región. Desde su punto de vista, la escasez de mano de obra disponible ha provocado “mucha migración de los emplea­dos de una empresa a otra; se están cambiando por 100 o 200 pesos más… Depende mucho del sector, pero a veces, por diferencias muy bajas se están cambiando”.

INDICÓ EL caso de Mérida, Yucatán, donde la problemática no es tanto la contra­tación, sino la rotación de personal, porque llegan nuevas inversiones y las prestaciones que se están ofreciendo quedan por arriba del promedio, lo que trae consigo la movilidad de trabajadores. José Antonio Centeno señaló que la búsqueda se enfoca en personal con estudios de nivel técnico superior, debido a que no hay plazas para ofrecer a egresados de universidades.

EXPLICÓ QUE, por ejemplo, en la zona metropolitana de La Laguna, en Durango, el déficit asciende a mil 800 puestos entre ope­rarios y técnicos. Comentó que saliendo de la universidad se puede tener un sueldo de siete mil a ocho mil pesos, pero un técnico bien preparado en industrias como la aeronáutica y automotriz puede ganar de 20 mil a 25 mil pesos. (Con información de nuestras agencias)