Vio a Golpeados en la Casa de Arraigos y Calló, Acusa la Activista

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Maricela Sánchez Muñoz | Anayeli Muñoz Moreno

Sigue brotando la pus en todos los que se vieron involucrados en los actos de tortura ejercida por Felipe de Jesús Muñoz Vázquez y los que estaban por encima, abajo y al lado de él, porque por convenir a sus intereses o por temor no dijeron nada y una de esas personas es “Anayeli Muñoz Moreno, sí, la misma que pretendió ser gobernadora de Aguascalientes”, declaró Maricela Sánchez Muñoz a Página 24.

Ella también es activista de de­rechos humanos reconocida por la ONU-DH y protegida porque en el último tramo de la investigación arreciaron contra ella los actos de intimidación, al grado de que se tu­vieron que emitir reportes de parte de la ONU a la Fiscalía y a gobierno del estado para que se le dejara en paz y ahora está en un lugar seguro.

En la entrevista con esta Casa Edi­torial, vía telefónica, mencionó que lo da a conocer ahora porque los daños psicológicos que tiene son tan fuertes que no ha logrado la recuperación que le fue prometida cuando le dieron pro­mesas, primero, y luego malos tratos en la Fiscalía.

Fue en las reuniones de las víctimas con la ONU-DH cuando uno de los torturados que recién recuperó su li­bertad mencionó que cómo era posible que alguien que vio cómo estaban de golpeados y en la casa de arraigo “borrara de su currículum que en 2011 fue visitadora de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, hoy llamada Comisión de Derechos Humanos del Estado de Aguascalientes (CDHEA) y que era quien iba a corroborar que estuviéramos ‘bien’”.

Entonces llegaron los recuerdos a Maricela: “Fue un día, la fecha exacta no logro saberla, de octubre de 2011 cuando ella, Anayeli Muñoz, llegó a la casa de arraigo acompañada de otras personas y en la cochera de la casa de arraigo, le mostré los moretones que tenía en varias partes de mi cuerpo. En una hoja apuntó con un lapicero y según se iba a hacer el reporte a la Comisión de Derechos Humanos”.

Maricela fue torturada de muchas formas, al igual que otros integrantes de su familia, luego llevada a un penal de máxima seguridad y posteriormente cambiada a otro, acusada de crimen organizado.

Hasta esos lugares la alcanzaron los tentáculos el “poderoso” Felipe de Jesús Muñoz Vázquez y los que le brindaban el poder; la quebrantaron física, emocio­nal y mentalmente en varias ocasiones, pero también al saberse inocente seguía luchando por su libertad.

A pesar de algunos que hicieron lo posible para dejarla de por vida en esos lugares, se demostró su inocencia y fue liberada, pero el estigma social no se lo quita nadie.

Entonces la lucha fue igual de difícil para que se le reconociera como vícti­ma de tortura y ONU-DH lo hizo, con investigación de años de por medio, no sólo porque se les ocurrió y porque Maricela dijo, sino por las pruebas que encontraron.

El activismo de Maricela al unirse a la lucha que comenzó Felipe Hinojo Alonso, ambos fueron y siguen siendo denostados por quienes sirven a los intereses oscuros de los que son respon­sables de la tortura.

A ambos se les reconoce como ac­tivistas de derechos humanos y son protegidos por ONU-DH y Sánchez Muñoz ahora hace público lo de Anayeli Muñoz Moreno porque le parece una burla que se haya erigido como can­didata y acusado de cuanta cosa pudo y quiso a otras personas, cuando ella omitió haber sido visitadora de derechos humanos y “haber sido omisa porque no reportó absolutamente nada y nos dejó desprotegidos”.

Maricela acudió a la ahora CDHEA para saber si tienen algo de los escritores de Anayeli y los “visitadores” que había en ese tiempo, para ver si había al menos su nombre, ya no un reporte de cómo se encontraba de golpeada y “no me causó nada de sorpresa que me dijeran que no hay nada”.

Lo hace público ahora porque el in­forme de Hasta Perder el Sentido estaba a punto de salir y no se podía hacer ni decir nada antes de eso, pero ahora la lucha sigue porque la ONU-DH fue clara: “debemos trabajar juntos para que se les haga justicia a las víctimas sobrevivientes”.