Autores de la Matanza en “Picadero” de San Francisco de los Romo

Fotografía relevante a la nota.

El 29 de octubre de 2019, los hoy sentenciados acribillaron a tres personas e hirieron a

Por acribillar a tres narquillos y dejar he­rido a otro en San Francisco de los Romo, cuatro sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fueron condenados cada uno a 57 años y 11 meses de prisión.

Se trata de Marcos de Jesús Guadalupe Cholico Rodríguez, Adrián Romero de Jesús, Masabi Cervantes Olivares y Érick Guadalupe Aguilar Enríquez “El Texas”, quienes fueron encontrados culpables por los delitos de homicidio doloso calificado con premeditación y ventaja y tentativa de homicidio doloso calificado con premedi­tación y ventaja.

Sus víctimas mortales fueron Juan Carlos Rosales Cruz “El Pika”, que contaba con 31 años; Luis Felipe Nájera González “El Pin”, de 22 y Cristian de Jesús López Reyes “El Bóiler”, de 33, mientras que Édgar Mauricio Aguilar Enrique, de 28, resultó herido.

Todo comenzó alrededor de las 10 de la noche del 29 de octubre de 2019, previas amenazas de que vendieran droga para el CJNG, los cuatro criminales y dos más arri­baron a un “picadero” localizado en el 204 de la calle San Óscar, esquina con San Pablo, del fraccionamiento Paseos de la Providencia, con la intención de ultimar a “El Pika”.

Utilizando armas cortas y “cuernos de chivo”, ingresaron Erick Guadalupe, Adrián y Masabi, mientras que Marcos de Jesús se quedó afuera portando un rifle de asalto.

En la sala los sicarios gritaron pertene­cer al Cártel Jalisco Nueva Generación, ordenándoles a “El Pika”, a “El Pin”, a “El Bóiler” y a Édgar Mauricio que se tiraran al suelo, y les preguntaron por la droga y el dinero producto de la venta.

Las víctimas contestaron que no tenían estupefacientes, sólo un poco de dinero de la venta, por lo cual fueron golpeados y luego baleados, frente a una mujer y sus hijos de 13 y nueve años, los cuales se escondieron detrás de un ropero.

Cumplida su misión, los matones a sueldo salieron del “picadero” y huyeron en una vagoneta “Mazda blanca y en una moto blanca”, aseguraron testigos y familiares de las víctimas.

Tras la movilización de las corporaciones policiacas y de paramédicos de la Secreta­ría de Salud, confirmaron la muerte de “El Pika”, “El Pin” y “El Bóiler”, que recibieron los balazos. en la cabeza y en diferentes partes del cuerpo.

En tanto que Édgar Mauricio fue herido en la región molar izquierda y en el hombro derecho, por lo que fue trasladado de urgen­cia al Hospital Hidalgo donde los médicos lograron salvarle la vida.

Ocho días antes, esta célula del Cártel Ja­lisco Nueva Generación ya había ejecutado a balazos al expolicía estatal Carlos Obrayan Atilano Tapia y al chofer de la plataforma Bolt, Juan Arturo Cruz López, el lunes 21 de octubre de 2019, sobre la carretera federal 45 norte, en las inmediaciones del Parque Industrial del Valle de Aguascalientes.

La estela de sangre del sanguinario grupo delictivo fue frenada por la Fiscalía General del Estado, al dar con el paradero de una finca en el fraccionamiento Vista Alegre, la cual “reventó” en conjunto con la Policía Es­tatal y en un enfrentamiento con sicarios del CJNG, mataron a uno y detuvieron a seis.

Luego de la importante captura, las au­toridades lograron dar con la existencia de por lo menos nueve casas de seguridad en Aguascalientes y una en Jesús María.

La madrugada del 1 noviembre de 2019, las corporaciones policiacas, con apoyo de soldados y de la Guardia Nacional, las “reventaron” y, sin disparar una sola bala, capturaron 12 sicarios, entre ellos dos mujeres y les decomisaron 14 armas largas calibre .223 mejor conocidas como AR-15 y 9 armas cortas calibre .9 milímetros, cha­lecos antibalas y mucho parque.

Asimismo, decomisaron 100 kilos de mariguana, más de medio kilo de “crys­tal” y varios gramos de cocaína, básculas grameras, cuatro vehículos Sedán y una motocicleta.

Los detenidos fueron trasladados al Ce­reso para varones de la salida a Calvillo, donde fueron vinculados a proceso por la ejecución de “El Pika”, “El Pin”, “El Bóiler” y las lesiones a Édgar Mauricio.

Al término del proceso, a dos años y ocho meses de los sangrientos hechos, en audiencia de individualización de sanciones, los asesinos fueron sentenciados a 57 años y 11 meses de prisión, así como el pago de 598 días de multa para cada uno.

Asimismo, fueron condenados a pagar 422 mil 430 pesos por cada uno de los occisos por concepto de reparación del daño a favor de las familias, así como el de los gastos funerarios y daño moral por cada víctima, a cuantificar en etapa de ejecución.

En tanto que a Édgar Mauricio le tendrán que pagar 35 sesiones de terapia psicológica que deberán de cuantificarse en etapa de ejecución, además de los gastos médicos.