“Al Margen de la Tradición hay que ser Conscientes”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Jaime Beltrán Martínez (Foto: Alejandro Ruiz Hernández)

La semana santa está llena de fervor y es el tiempo de mayor reflexión para los católicos, ya que es cuando se conmemora la pasión y muerte de Jesucristo. Una de las tradiciones es que el sábado de gloria se “bañe” a la gente en las calles, algo que llegó a nuestro país con los conquistadores y que es una práctica que se remonta a la Edad Media.

En esta fecha se acostumbraba mojar a la gente, pero con el paso del tiempo se ha dejado de hacer. Es tradición porque en las iglesias bautizaban a muchos que deseaban convertirse en fieles católicos, sin embargo, debido al gran número de personas que asistían para dicho ritual, los sacerdotes decidieron mojar al mismo tiempo a todos aquellos que llegaban, para hacerlo de una forma “más práctica”.

Además durante la Edad Media, cuando llegaba la Semana Santa, estaba prohibido cualquier tipo de actividad por órdenes de la iglesia católica, incluido el hecho de bañarse.

En estos días el baño era considerado un pecado debido a que el agua era el elemento más importante, pues simbolizaba la purificación y no estaba permitido usarla hasta el sábado santo. Así que al llegar este día, las personas al fin podían hacer uso del preciado líquido y optaban por aventarse cubetazos de agua.

Con el paso de los años y ante le escasez del vital líquido, la costumbre se ha pedido. Incluso la misma iglesia pide que no se lleve a cabo esta práctica, ya que el agua debe apreciarse y cuidarse, sobre todo cuando hay quienes carecen de ella.

Al respecto se pronunció el secretario del Ayuntamiento, Jaime Beltrán Martínez, quien en entrevista colectiva dijo que “se respeta la reflexión de lo religioso, sin embargo, es un tema complicado. La invitación a la ciudadanía es a que evite desperdiciar el vital líquido este sábado porque no podemos mantener una tradición que nos perjudica a todos al hacer mal uso del agua”.

Reconoció que esta práctica se sigue haciendo en algunas colonias, pero sobre todo en las comunidades, por lo que estarán muy atentos, y a quien se encuentre en flagrancia se le remitirá ante el juez municipal para que valore e imponga la sanción que crea conveniente.

En los últimos meses el municipio capital ha enfrentado serios problemas para brindar el servicio a la ciudadanía. No hay que perder de vista que la única fuente para tener agua es perforar pozos, y para que brote el líquido se tiene que hacer a 400 metros, o más, de profundidad.

Desde esta perspectiva “se le hace la invitación a la ciudadanía a que no caiga en esta práctica de desperdicio y se abstengan de esta tradición. Al final de cuentas se les va a tratar como falta administrativa, que es no grave, pero por la intención de no tener conciencia ni la cultura de ahorro y cuidado del agua las sanciones económicas que se impondrán varían entre 3 mil 500 a 10 mil pesos”.