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Juan Espinoza Jiménez (Foto: Página 24)

No a la Guerra

EL OBISPO Juan Espinoza Jiménez hizo un llamado a las candidatas a la gubernatura a que no caigan en guerra sucia y mejor se dediquen a presentar sus propuestas para que la sociedad, de manera libre, decida quién debe ser la próxima gobernadora.

CELEBRÓ QUE Aguascalientes ya esté en el momento de madurez para que sea una mujer quien lleve las riendas del estado, pero a quienes están aspirando a ese puesto se les pide que se conduzcan con transparencia y, sobre todo, que se ganen el voto con propuestas y no abonen más a una ambiente nocivo de críticas y acusaciones que en nada abonan para una democracia, que es lo que tanto promueven.

“AGUASCALIENTES ES un estado que va adelante de muchas otras entidades en desarrollo y crecimiento económico. Es algo que las personas deben tomar en cuenta, analizar las propuestas y también ver quién está detrás de las candidatas para que puedan ofrecer lo mejor y ojalá dar seguimiento que ya tenemos”.

EL PURPURADO también se adhirió a lo dicho por el gobernador Martín Orozco Sandoval, de que el uso de cubrebocas sea discrecional, pero nunca perder de vista que el Coronavirus no se ha ido y que es bueno que haya feria, pero que no se relajen totalmente las medidas para que después de la fiesta “Aguascalientes no se convierta en un gran hospital”.

JUAN ESPINOZA Jiménez dijo que la economía es algo que se debe privilegiar, pero que tampoco se use eso como argumento para que se desate la irresponsabilidad a la hora de cuidarse a sí mismo y a los demás las medidas sanitarias que ya todos conocemos.

INSISTIÓ EN que la semana santa no es para divertirse y dedicarse a disfrutar de los “néctares” que ofrece la feria, porque son días de reflexión en donde el personaje principal “no es el papa, ni el obispo, los sacerdotes o los que se visten de apóstoles, que representan la pasión y crucifixión: es Jesús”.

OTRA DE las cosas que destacó el obispo de Aguascalientes es que todas las personas, al igual como ocurrió con Jesús, “somos traicionados por amigos, crucificados por las críticas, momentos de soledad y situaciones difíciles, pero también hay alegrías porque la salvación es eso: felicidad porque estamos llamados a serlo porque hubo quien dio la vida por nosotros”.

Y DEJÓ claro que no sólo por los católicos, sino por toda la humanidad, aún por aquellos que a estas alturas siguen sin aceptar a ese hombre judío que vino al mundo como parte de un plan divino para ofrendarse para el perdón de los pecados al morir en la cruz.

MÁS CLARO para aquellos que andan en las campañas haciéndole a Judas o acusando a otros hasta crucificarle para seguir fines muy cuestionables y ruines, no pudo ser el mensaje del obispo Juan. (BDR)